tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post5625818933643038432..comments2024-02-16T00:39:35.866+01:00Comments on Rayos y truenos: Cuatro trazosE. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-58054384058770637372013-08-28T08:25:24.874+02:002013-08-28T08:25:24.874+02:00Bueno, don Enrique, pues no narre, pero siga contá...Bueno, don Enrique, pues no narre, pero siga contándonos sus cosas.Kris Kelvinhttps://www.blogger.com/profile/10414190964636694398noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-87572577413143656652013-08-27T14:24:05.272+02:002013-08-27T14:24:05.272+02:00Yo creo que para la pregunta II, la respuesta más ...Yo creo que para la pregunta II, la respuesta más sensata no está entre las propuestas. Todas ellas miran el asunto desde el punto de vista del autor. Y hay que mirarlo, a mi entender, desde el punto de vista de Ella, de la poesía. Se escribe... cuando ella quiere. Es, pues, Ella (no uno) la que manda. (Véase el punto I). Y respecto a la IV, una vez más, no se preocupe usté tanto por el yo. Narre, cuando tenga algo que narrar, y la que tendrá que valérselas como mejor pueda será la narración. Uno no es más que la firma al pie; cosa perfectamente suficiente, y quizá incluso un tantico excesiva. YO no es el personaje importante, ni en esto ni en aquello, y conviene vigilar su indudable proclividad a meterse en todas partes. Decirle de vez en cuando "¡niño, no toques eso!", me parece a mí de lo más sano. Y necesario. Anonymousnoreply@blogger.com