tag:blogger.com,1999:blog-241433342024-03-08T02:06:58.909+01:00Rayos y truenosUna tormenta de ideas con algún rompimiento de gloriaE. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.comBlogger3907125tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-71041617010894242002020-12-23T11:05:00.003+01:002021-01-25T17:07:43.173+01:00Mudanza<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Ahora el blogg se ha trasladado a<a href="https://leerporleer.com/categoria/lo-leido-y-lo-liado/"><b> esta página</b></a>. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">Lo malo es que introduce un cambio en vuestra rutina, que para mí es sagrada.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Lo bueno es que me obligará más a mi rutina de escribir el blogg, que falta me hacía.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><br /></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-82830694875289581762020-11-04T10:00:00.002+01:002020-11-04T10:00:10.152+01:00Muestrario de diarios<p> </p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Disculpad que no escriba por aquí últimamente. Hay una razón de futuro, pues abriré un blog, más literario, en una revista de próximo reestreno, y voy guardando —cual industriosa hormiga— algún apunte para allá; pero, sobre todo, hay una razón de pasado. Voy repasando la próxima entrega de mi diario, que se titulara <i>Contentamiento de haber nacido</i>. Ya me pasó con las anteriores entregas: no soy capaz de hacer dos cosas ni de estar (como hombre que soy) en dos tiempos a la vez. Cuando estoy repasando viejas entradas, apenas se me ocurren nuevas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Todo lo agrava el hecho de que esté leyendo a la vez el diario de Peyró. Me acompleja ver el mundo (y la carne) que tiene el suyo, que hasta hay más vino que en mi idario, aunque no más jerez, pero por los pelos. Yo apenas hablo de mis niños. Es un dietario infantil, familiar, a lo Natalia Ginzburg o Marisa Madieri, sin los silencios de Bobin, siquiera. Y no es no me pasaran algunas cosas ni que no oyese conversaciones picantes y rumores morbosos ni no tuviese conversaciones con poetas de postín o encuentros periodísticos y hasta una comida real en el Palacio ídem; pero no me ha salido contarlas. Me entra el pudor que no me provocan mis rutinas familiares. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Pero me entraban las dudas emulativas, y más desde que José Luis García Martín nos ha echado generosamente a pelear:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii6L3ShKcQRcnbiFq14qSrgpEGsh6xLxlD8Oor33B1pv1NkK7TmhJysN7-LAGHizpiX1vUpgin4fGSTBrP39jQDjIBDTWnr0YD9e1AZs8ZRk2wQFE_VcAG9AAL8z0J09PruO63Wg/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="167" data-original-width="432" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii6L3ShKcQRcnbiFq14qSrgpEGsh6xLxlD8Oor33B1pv1NkK7TmhJysN7-LAGHizpiX1vUpgin4fGSTBrP39jQDjIBDTWnr0YD9e1AZs8ZRk2wQFE_VcAG9AAL8z0J09PruO63Wg/w640-h248/image.png" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br /><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">¿No estaré pecando no ya de provinciano sino de misántropo? Con todo, no escribo esto para que me consoléis y no voy a autorizar ningún comentario misericordioso y mucho menos voy a tuitear esta entrada (aunque estoy deseando pedir disculpas por mis silencios) porque en Twitter no puedo censurar el cariño de los comentarios. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Yo sólo vengo a decir que, aunque hace unas semanas que me debato con estas inquietudes, hoy, releyendo las cosas de mis hijos, me he dicho que qué demonios me importa el mundo (y la carne), que esto es lo que a mí me emociona, y que ningún lector se va a llevar a engaño. Tampoco me saldría hacer otra cosa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-67523335088582830252020-10-17T12:05:00.001+02:002020-10-17T12:05:43.041+02:00Chiste<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Viene Quique a la mesa de mi despacho y me advierte: «Te voy a contar un chiste muy malo». Vale. «—Jaimito, ¡¿por qué has tirado el reloj por la ventana de un quinto piso?! —Porque me han dicho que el tiempo vuela».</span></p><p><span style="font-family: georgia;">He sonreído melancólicamente.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">El chiste no es tan malo, y es, además, el secreto de toda la poesía elegíaca, Quique.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-67555469730853198082020-10-14T10:52:00.001+02:002020-10-14T10:52:46.859+02:00Triangular<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">En la formación de un escritor casi todo es lectura, pero son diversas lecturas. Por supuesto, la entusiasta de aquellos autores que uno sueña con emular. Es bastante adolescente, sí, pero imprescindible y también difícil. Hay que tener claro quiénes son de verdad, sin dejarse arrastrar por los momentáneos prestigios ni las modas. Dichoso quién encuentra pronto sus modelos.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Casi simultáneamente, aunque un poco después, solapándose, vienen las lecturas de lo que uno rechaza. El gesto parece fácil, pero hay que saber por qué se rechaza y convertir esa negatividad, alquimia de ley, en aprendizaje propio.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Por último, están las lecturas más hermosas. Aquellas que uno admira mucho a la vez que tiene claro que no ha de emularlas ni loco, que son otro mundo, ajenas y perfectas. </span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><br /></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-76823123552387214852020-10-10T19:49:00.006+02:002020-10-10T20:06:09.706+02:00Ex libris<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Desde que nos casamos, tengo avasallado el <i>ex libris </i>de Leonor. En casi todos los libros que entran en casa, estampo el mío, y luego ella va leyendo los que lo apetecen, pero que ya están herrados. </span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMtx3pflYpeUyrPV-iZUOPNdyvzwtz8OOOAjjfNENk9WuweFwXAAY6XgghGqoGSP4GSAC3Cafyxbh09OIsJxB1dO7jCz6gzUvCWrpHUyfwXQdWFvoyDhHqFeTRQ8Er87k-NAmoaw/s1072/EGM_7+definitivo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1072" data-original-width="1072" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMtx3pflYpeUyrPV-iZUOPNdyvzwtz8OOOAjjfNENk9WuweFwXAAY6XgghGqoGSP4GSAC3Cafyxbh09OIsJxB1dO7jCz6gzUvCWrpHUyfwXQdWFvoyDhHqFeTRQ8Er87k-NAmoaw/w200-h200/EGM_7+definitivo.jpg" width="200" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia;">Sin embargo, no me he rendido y he encontrado una forma de reciclar el <i>ex libris </i>de Leonor. Aprovechando que Leonor Blázquez también puede leerse como Leído Bien lo pongo al final de los libros que sí me leo, que no son, ay, todos los que me llegan.</span><p></p><p><span style="font-family: georgia;">Con eso, le guiño a Leo que me suplica que por lo menos me compre sólo los libros que voy a leer. Hay además una conyugalidad más íntima: sólo merecen su sello los que han encarnado en una lectura, los no se quedaron en un deseo pasajero, aunque generalmente justificado, utópico, imposible.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Finalmente, como son los libros que he navegado, así que todo queda redondo, hasta el dibujo cuadrado.</span></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXuh7HVYqqm6FhABIIlwHFa5kFdqpSeE6Rhf4xfovoOq7cwMjqyJE6rl4kQxQhFKWCuJI8URNAcUPq0lZ8U8MlPuMvTtol_u-VShqH_klH22lrcvci8Ft7bsLEwLaRn76LDNMYrQ/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="967" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXuh7HVYqqm6FhABIIlwHFa5kFdqpSeE6Rhf4xfovoOq7cwMjqyJE6rl4kQxQhFKWCuJI8URNAcUPq0lZ8U8MlPuMvTtol_u-VShqH_klH22lrcvci8Ft7bsLEwLaRn76LDNMYrQ/w188-h400/image.png" width="188" /></a></div><br /><p></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-60839141696452389402020-10-08T07:39:00.004+02:002020-10-08T07:39:23.821+02:00Arriba, gandules (bis)<p><br /></p><p><span style="font-family: georgia;">Envalentonado por el éxito del despertar espartano del otro día, esta mañana he vuelto a la carga con mi discurso pasado de decibelios: «Arriba, gandules, etc.». Pero todo lo repetido es mucho y feo. Carmen ha abierto un ojo, ha puesto voz de sueño y ha dicho: «¡Quiero que me despierte mami».</span></p><p><br /></p><p> </p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-5600013420152352492020-10-06T10:39:00.006+02:002020-10-06T10:39:50.517+02:00Arriba, gandules<p><br /></p><p><span style="font-family: georgia;">He decido levantar a mis hijos a lo bestia. Con un jarro de agua fría, siqiuera sea metafórico: «Arriba, gandules --he atronado a voz en grito-- que os espera un día horrible en que vais a tener que darlo todo, y sufriréis en el colegio, y sudaréis en el patio, y os sangrarán las rodillas, y tendréis que terminar los platos de verduras verdísimas que os pensamos poner para la cena y llegaréis derrengados a la cama, pero quizá con la satisfacción del deber cumplido a medias. Arriba de una vez, que tenéis que arrostrar lo peor, no seáis perezosos ni cobardes...»</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Carmen se reía. Y Quique me ha preguntado: «¿De quién es el poema? ¡Qué bonito!» Así que el día espantoso ha empezado de maravilla, con dos rayos de lirismo puro y delicado. </span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-53022435492822870232020-10-05T10:02:00.001+02:002020-10-05T10:02:05.514+02:00Con su prólogo<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Toda la Biblia es palabra de Dios, texto revelado; y, por tanto, qué emoción más íntima me produce el prólogo del <i>Eclesiástico</i>, porque es el texto típico de un escritor profesional, de un proletario de la pluma, de un hermano de tinta.</span></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p><span style="color: #0b5394;">Mi abuelo Jesús, después de haberse dedicado mucho tiempo a la lectura [...] se propuso también escribir algo...</span></p><p><span style="color: #0b5394;">*</span></p><p><span style="color: #0b5394;">Así, pues, estáis invitados, a que, con benevolencia y atención, vayáis leyendo, dispuestos a excusarnos, allí donde parezca que, a pesar del empeño puesto en la traducción, no hayamos sido capaces de acertar en algunas expresiones. </span>[Esto lo pondría yo de frontispicio de todo lo que escribo, letra por letra.]</p><p><span style="color: #0b5394;">*</span></p><p><span style="color: #0b5394;">En efecto, no tiene la misma fuerza lo que se dice cuando se traduce a otra lengua.</span></p><p><span style="color: #0b5394;">*</span></p><p><span style="color: #0b5394;">Después de haber dedicado muchas vigilias y estudio durante todo este tiempo, para terminar este libro, ahora lo publico... </span>[Se palpa el vértigo.]</p></blockquote><p><br /></p><p> </p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-41259175794555353772020-10-04T10:12:00.001+02:002020-10-04T10:12:04.716+02:00Santo Rosario<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Ayer íbamos a pasar el día al campo de unos amigos. Propuse en el coche rezar el rosario, pero amante de la libertad y curioso de la psicología, pregunté que cuándo preferían. Leonor dijo que ya, enseguida y ya estaba; Carmen, que a la vuelta. Y Quique dijo: «A la ida y a la vuelta». Yo sentí que la emoción recorría mi espinazo ante la piedad mariana de mi hijo varón. Pero añadió: «Dos misterios y medio a la ida y medio y dos misterios a la vuelta». Lo que recorrió mi espinazo ahora fue una risilla. Lo rezamos así, en cómodos plazos.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">El día de campo, espléndido.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-2955761325367156672020-10-03T12:25:00.003+02:002020-10-03T12:25:44.452+02:00Boy scouts<p> </p><p>Ha querido el azar (ejem) que pase en vespa por un callejón inesperado y me he encontrado con una imagen muy melancólica. Estaban descargando de una camioneta las sillas plegables que se usan en la misa en el prado de al lado de mi casa durante el verano. He hecho un plano mental y, efectivamente, la parroquia podía dar, por detrás, a este callejón y tener aquí un almacén. Era la perfecta metáfora del final del verano. Felipe Benítez Reyes, que es más lírico, habla de las últimas sombrillas en la playa, pero como yo soy más güelfo, he de ceñirme a las sillas de la capilla.</p><p>Me ha distraído ver que el trabajo lo estaban haciendo los boy scouts de la parroquia y que había un muchacho muy gordo y sudoroso dándolo todo con gran alegría. Con ese autodesdén que nos tenemos los gorditos, he pensado, resignado, que qué acogido estaba el preadolescente gordito en ese ambiente parroquial. </p><p>Jugando conmigo, el azar (ejem) ha querido que en ese momento saliese una girl scout monísima, esbelta, despampanante a por otra silla. Bien. Lo que no quita que siga dando gracias (más gracias) al ambiente parroquial por mi colega gordito, que lo tiene, además, tan bien acompañado con toda naturalidad. </p><p><br /></p><p><br /></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-65605210957868058072020-10-02T16:40:00.002+02:002020-10-02T16:40:18.400+02:00Leer<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">No sólo es que cuando quiero ser mejor cristiano leo el Evangelio, sino también que mi manera de empezar a trabajar mi próximo libro de poesía es leer poesía. Y todavía más: mi intimidad con Leonor, leer en silencio en el cuarto de estar. ¿Y de educar a mis hijos? Leerles por las noches.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Leer, leer.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-3452419681096539362020-10-01T08:55:00.002+02:002020-10-01T08:55:20.568+02:00Mejor y peor<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Casi todas las tardes pregunto a mis hijos que ha sido lo mejor y lo peor del día. Recomiendo vivamente la costumbre. Además de adiestrarlos en la mecánica del examen de conciencia, es una manera de estar enterado de todo, porque sabiendo lo mejor y lo peor, rellenar con la imaginación lo de enmedio es sumamente sencillo. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">Carmen cuenta unas historias tremendas de los dramas de sus amigas cuando le toca lo peor. Y también se adorna bastante en lo mejor. Enrique tiene a ceñirse al comedor. Lo peor: lo que no le ha gustado de la comida. Lo mejor: el postre o si pusieron un filete extraordinario.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-22998083297231590362020-09-30T08:40:00.003+02:002020-09-30T08:40:46.180+02:00Ámbitos de competencia<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Donde menos se espera salta la liebre, y anoche recordaba una lección de Derecho Administrativo. Aquella que explicaba que el principio de jerarquía no rige sobre el principio de competencia, de modo que una autoridad superior no manda sobre una inferior en aquellas materias de su exclusivo ámbito.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Y no lo pensaba (ya lo siento) a cuenta de la libertad de conciencia, aunque cabría, sino por mi perra Aspa de Borgoña. Resulta que dentro de casa me obedece con una diligencia germánica. Musito: «A la cama» y salta como un gato del sofá y se va a su rincón de dormir. O «calla» y calla. O «sit» y se sienta. Pero si está en el jardín, todo es diferente. La llamo y acude perezosa, retardada y se queda a medio camino. Está, piensa ella con buena doctrina jurídica, en su ámbito de competencia. Cuando estamos en la playa o en la calle, es todavía peor. Se hace soberanista y tengo que llevarla atada con la correa.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-64136097550665889282020-09-27T10:34:00.003+02:002020-09-27T10:34:55.677+02:00Razón de la pereza<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">De los tres grandes proyectos literarios que tengo en mente, uno va bastante bien, otro va muy regular y otro no va en absoluto, porque lo tengo abandonado. Lo interesante es que me hace sufrir mucho el que va regular y un poquito también el que va bien (¿va bien de verdad?). Sin embargo, el abandonado me deja en un estado de indiferencia que se confunde con la felicidad.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Es la jugada maestra de la pereza absoluta. Nada como la nada para no preocuparse de nada.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-36698258153283758002020-09-26T11:49:00.005+02:002020-09-26T11:55:47.373+02:00L'uomo delle fontane<p> </p><p>Anoche me puse arreglar la manguera de la ducha y destrocé el grifo. Llamé tarde al fontanero y esta mañana ha tocado al timbre muy temprano y lo ha arreglado todo en un periquete.</p><p>Cuando se iba le he dado las gracias por venir tan pronto y me ha sorprendido: «Eso es por ser vosotros. Los otros que esperen, que no hay tanta prisa».</p><p>No niego que pueda haber un poquito de vanidad en lo mucho que me ha gustado la contestación, pero creo que hay mucho más. El fontanero era un auténtico <i><a href="https://egmaiquez.blogspot.com/2006/09/felix-culpa.html"><span style="color: #2b00fe;"><b>uomo delle fontane</b></span></a></i>, esto es, un señor que no va por ahí bailando al son que le tocan, sino que él decide sus ritmos y sus homenajes, y da audiencias o no las da, como un señor. He estado tentado a rendirle pleitesía, pero he preferido la compasión: «Hombre, Paco, no les hagas esperar mucho, que tu trabajo es muy necesario para cualquier casa y muy importante para la paz familiar». «Ya, ya», ha zanjado.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-19904268628743693492020-09-24T10:01:00.005+02:002020-09-24T11:17:07.179+02:00Recogidas del suelo<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Me cuenta Carmen (10) que hace cinco años vio claro algo que no se le quita de la cabeza. Fue que las heridas están desparramadas por el suelo y en las esquinas de las cosas y que, cuando uno se cae o tropieza, es como si se le pegaran a la piel. Luego, en realidad, no es que se curen, sino que terminan despegándose y volviendo al suelo.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Tampoco se me va a quitar a mí de la cabeza a partir de ahora.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-56431645252863197172020-09-23T08:13:00.005+02:002020-09-23T08:13:20.956+02:00Menos mal<div><br /></div><div><span style="color: #657786; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;"><span style="background-color: black; font-size: 15px;">
</span><span style="background-color: white;">Los niños sí se acordaban de mi contraseña de usuario del portátil del Instituto, que puse para que no entrasen los niños.</span></span></span></div><div><span style="color: #657786; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;"><span style="background-color: white;"><br /></span></span></span></div><div><span style="color: #657786; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;"><span style="background-color: white;">(Pero la mañana que pasé en el IES creyendo que la había liado con el ordenador y probando compulsivamente cientos de posibilidades para mí se queda.)</span></span></span></div>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-82988456544419190572020-09-22T08:52:00.003+02:002020-09-22T08:52:27.028+02:00Como yo<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Explico en la primera clase y me escuchan con algo parecido al fervor, muy atentos, asintiendo. Les pregunto si lo han entendido. Afirman, sonriendo, felices, orgullos, que sí. En un rapto de cinismo les pido: «Explícadmelo vosotros, por favor». Caras de horror, titubeos, tartamudeos y rendición rápida. Caras de desolación. «Oh --les digo-- no os preocupéis. Yo también soy muchísimo más inteligente cuando atiendo, pienso y guardo un fecundo silencio. Nos pasa a todos». Vuelven a sonreír. Lo han entendido.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-53516060333653536932020-09-21T09:11:00.001+02:002020-09-21T09:11:54.509+02:00Otoño<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Este año mis hijos han descubierto la melancolía. Es un sentimiento hermoso que acompaña mucho y que dora el pasado. Me parece bien.</span></p><p>Ayer, dimos un paseo y ellos iban delante con las bicicletas. En un recodo del camino de La Calita encontramos sus bicicletas aparcadas y ellos habían bajado a despedirse románticamente del mar.</p><p><span style="font-family: georgia;">Véase a Carmen, diminuta, líricamente sentada ante la inmensidad:</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0p02i_6ufUytZ6w4LYAuN65Hw8U-e_k8fux0-lpsnWnuYDoxGem6rYXPn26FAdT3hXMD6bkdVoBRI5n3f5V5gVzuSwfza5knnlBml32aDGrQGliHeLpaf5dab9Mk3pbyn-DRD2Q/s2255/Carmen+septiembre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2255" data-original-width="1065" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0p02i_6ufUytZ6w4LYAuN65Hw8U-e_k8fux0-lpsnWnuYDoxGem6rYXPn26FAdT3hXMD6bkdVoBRI5n3f5V5gVzuSwfza5knnlBml32aDGrQGliHeLpaf5dab9Mk3pbyn-DRD2Q/w189-h400/Carmen+septiembre.jpg" width="189" /></a></div><br /><p><span style="font-family: georgia;">Y véase a Enrique como un cuadro de Caspar David Fiedrich, pero cruzado con Chesterton, sin necesidad de subir a la montaña: </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHwxe22EEG1e7kEW5yCKj3NMvEMWKq4U7Py_ia-xhS5Q_aaq3G06525U8O64iC9OXkcuAOfGqpSWHcqBI9YgOl7ocnjig99Qy6t5yL3iEMjsV7PejziWdOXdDcqAbtDRBL-IGPWA/s2404/Quique+septiembre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2404" data-original-width="1135" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHwxe22EEG1e7kEW5yCKj3NMvEMWKq4U7Py_ia-xhS5Q_aaq3G06525U8O64iC9OXkcuAOfGqpSWHcqBI9YgOl7ocnjig99Qy6t5yL3iEMjsV7PejziWdOXdDcqAbtDRBL-IGPWA/w189-h400/Quique+septiembre.jpg" width="189" /></a></div><br /><p><span style="font-family: georgia;">Pagado el tributo a la melancolía, volvimos a casa a cenar tan contentos.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-74500062248076305292020-09-18T07:33:00.004+02:002020-09-18T07:33:50.958+02:00Canción<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Me he despertado con esta canción en los labios, como un exótico regalo de la noche:</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p><span style="font-family: georgia;">Mis amigos que he perdido</span></p><p><span style="font-family: georgia;">ya habitáis en el pasado</span></p><p><span style="font-family: georgia;">donde os nimba la nostalgia;</span></p><p><span style="font-family: georgia;">y eso no es moco de pavo.</span></p></blockquote><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-45331824856496034562020-09-17T09:38:00.000+02:002020-09-17T09:38:04.392+02:00Volverse<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Entre la mascarilla, el gel, los libros, los papeles, cuando llevaba diez minutos en el coche yendo al IES, me di cuenta de que me había dejado el móvil en casa. Como la mañana va a ser muy larga y los niños y Leonor, lo iba a necesitar. En la primera rotonda, me di la vuelta, resignado y acelerando.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Cuando llegué a casa, vi que había dejado sin darme cuenta una puerta abierta y una ventana abierta, una luz encendida y una perra dentro de la casa. Me alegró mucho.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Se confirmaba mi idea de que volverse, a pesar del prestigio acelerado del progreso, es de las cosas más sensatas que uno puede hacer.</span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-8545844134761029852020-09-14T23:46:00.000+02:002020-09-14T23:46:17.559+02:00No debe molestarse<p> </p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Dice Tarkowski, reflexionando sobre el actor: «Su única tarea consiste en
vivir y en confiar el director. El director elige aquellos momentos de su
existencia que expresen con más claridad la idea de la película. El actor no
debe molestarse a sí mismo, no debe exagerar su libertad, una libertad que es
incomparable, casi divina».<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Esto puede aplicarse punto por punto al poeta. Pero entonces ¿quién es el director? Ah...</span></span></p><br /><p></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-45072534632998566422020-09-13T11:09:00.005+02:002020-09-13T11:09:53.756+02:00Malhumor creativo<p> </p><p><span style="font-family: georgia;">Mi suegra nos ha ofrecido un armario inmenso que ya no le cabía en su casa. Si no lo queríamos, lo vendería en un mercadillo. La historia del armario viene de lejos, porque el padre de Leonor, desde muy chico, se lo alababa siempre a su abuela, y ésta, cuando murió, se lo dejó en herencia a ese nieto suyo tan aficionado a los muebles de caoba. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">A Leonor, por piedad filial, le daba una pena inmensa que el armario saliese de la familia. Le ha encontrado sitio en casa, pero costa de removerlo todo a fondo (ya se sabe que el equilibrio de los muebles es inestable y están todos relacionados entre sí -véase <a href="https://www.diariodecadiz.es/opinion/articulos/revistero_0_1095490887.html" target="_blank"><span style="color: #2b00fe;"><b>un revistero mínimo</b></span></a>, pues imagínense un armario máximo-). Ahora está cambiando los cuartos de los niños.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">La casa quedará mejor con el meneo, pero Leonor está de un humor de perros. A la séptima vez que iba a decirle que tenía que estar contenta, que cabía todo y muy bien y que, al final, sería una obra maestra, me he callado. Me he acordado del malhumor creativo, aunque uno esté escribiendo una comedia, y de cómo la tensión puede resultar casi insoportable.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Me he sentido muy solidario con sus nervios y su angustia insomne. «Psch», le he dicho a los niños, «mamá está creando».</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-46010663156802515682020-09-08T23:16:00.001+02:002020-09-08T23:16:16.468+02:00Una Virgen guerrera<p> </p><p style="text-align: left;"><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">Este año, aunque es el ocho de septiembre, la Virgen de los Milagros no se ha asomado al balcón del río. No ha habido procesión de la Virgen de los Milagros, pero ha sido un día que ha hecho mucho honor a la fama belicosa de nuestra patrona, tal y como la cantó Alberti:</span></span></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">La Virgen de los Milagros</span></span></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">es una Virgen guerrera.</span></span></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">Bajo del cielo a la frente</span></span></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">coronada de un castillo.</span></span></p></blockquote><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">Yo he cerrado los horarios en mi departamento; y eso no ha sido ni mucho menos la mitad de la otra batalla en la que me he enrolado, ya veréis; además de las escaramuzas de los encargos diversos. </span></span></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">En casa, tenemos un cuadrito de su procesión, que Carmen había colgado en mi despacho hace dos días. De modo que, de pronto, he tenido un precioso consuelo, mirándolo:</span></span></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSn3pCsn3BBsRDbYx8cC-txeup-ABkot4GxngsszPqvEY4ABJY0jMM1dGEz60JHnwd-K02y91CTM5eu-tkQpAfuXZElEVSCpwsf3usM2j5YpJWx4YZ8VpBX9TcMqW5tNVdMYiXOg/" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="411" data-original-width="331" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSn3pCsn3BBsRDbYx8cC-txeup-ABkot4GxngsszPqvEY4ABJY0jMM1dGEz60JHnwd-K02y91CTM5eu-tkQpAfuXZElEVSCpwsf3usM2j5YpJWx4YZ8VpBX9TcMqW5tNVdMYiXOg/" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br />Hace un rato hemos rezado el rosario como si fuese, les he dicho a los niños, la fiesta de cumpleaños de la Virgen. «Es como traerle flores», ha dicho Quique. Estaban acostados, a oscuras, aunque Quique se ha empeñado en rezarlo de pie.</span><p></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">Cuando hemos llegado a las letanías, se han pedido leerlas en mi móvil. Con la luz de cara, leyéndolas, Quique parecía talmente un Georges La Tour. Como el móvil lo tenía él, no he podido sacarle una foto, que es lo que me hubiese gustado; y he seguido rezando.</span></span></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">Pero la imagen era esta: </span></span></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnJI5eApq34DkGuq53V2zpznNe4ZMKFisJ7FEH6Q_pffI6AWwJXeYpPaU_9OETmmB3P0N8teW0ikipXx-AunFvyOsaHZc7jh6hSvUr0XpcTS3fCF_MdbhdVhEnl-FQ5tsRBaBdew/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="1678" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnJI5eApq34DkGuq53V2zpznNe4ZMKFisJ7FEH6Q_pffI6AWwJXeYpPaU_9OETmmB3P0N8teW0ikipXx-AunFvyOsaHZc7jh6hSvUr0XpcTS3fCF_MdbhdVhEnl-FQ5tsRBaBdew/" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br />Lo mejor es que se confundió leyendo y dijo: «Madre del conservador», que me parece una equivocación la mar de acertada.</span><p></p><p><span style="background-color: white; color: #14171a; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">De remate, me he ido del cuarto cantando «Cumpleaños feliz», y los niños se reían de mí, lo que está muy bien de fin de fiesta.</span></span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24143334.post-48599865533941981772020-09-08T07:10:00.004+02:002020-09-08T07:10:28.889+02:00Pobres placeres repetidos<div class="separator"><p class="MsoNormal" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img alt="Alrededores de José Luis García Martín”. Edición y prólogo de Hilario Barrero | impronta" height="417" src="https://improntaeditorial.files.wordpress.com/2020/05/alrededores-de-jlgm-cub.jpg" style="text-align: left;" width="270" /> <span style="font-family: georgia;">Hay muchos José Luis García
Martín, que él, para más inri, juega a multiplicar en el caleidoscopio de las
traducciones de ida y vuelta y en sus citas con fantasmas. Eso no nos permite,
sin embargo, elegir al que preferimos, porque el escritor es uno, y hay que
leerlo entero si se quieren entender sus partes múltiples. Sí cabe abrigar la
esperanza de que el más nuestro sea el centro del resto de su obra.<o:p></o:p></span></p></div><p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Para mí el García Martín originario
es el hombre satisfecho de su suerte que puede verse en sus diarios y en una
parte escogida de sus poemas. Cuando se lamenta, siempre hay un retintín
irónico, pero qué auténtica resulta su capacidad de superar cualquier desgracia
con una hora de lectura. Si muestra más miedo (también irónico) al amor feliz
que al desamor, es porque éste ofrece más posibilidades literarias. Lo dijo
nuestro Mario Quintana: “El sufrimiento de los poetas es muy relativo. Pues si
un poeta consigue un día expresar sus dolores con toda felicidad, ¿cómo podría
ser infeliz? Que el viejo Camoens lo diga con sus inmortales penas de amor.
¡Sus felices penas de amor!” A nadie se le oculta que hay una veta de acero
cervantino debajo de tanta conformidad con su suerte: “Tú mismo te has forjado
tu destino”, se dice también a sí mismo García Martín en su propio viaje al
Parnaso y añade, con su pizca de vanidad: “y tampoco te ha salido mal, eh”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">La capacidad de incorporarlo
todo, incluso el daño, en un proyecto vital esplendente explica el mayor
misterio de José Luis García Martín: su incansable labor crítica. Hablar de un
libro que nos ha encantado, como hacemos tantos, es bien fácil. Porque de la abundancia
del corazón habla la boca, como dijo el Otro, pero también porque no cuesta
nada leerlo ni releerlo. Poner mal un libro malo es otro cantar: exige haberlo
examinado, y con un cuidado meticuloso de forense, para no actuar en contra de la
presunción de inocencia. Si no fuese por la poesía de García Martín, pensaría
que hace falta un atisbo sadomasoquista para ser un íntegro crítico literario.
Gracias a su poesía, uno entiende que, en realidad, todo —lo malo y lo bueno,
lo falso y lo verdadero, lo hueco y lo pleno— forma parte de una vida completa.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hace mucho tiempo nos lo enseñó Marcial:
“<i>Ne laudet dignos, laudat Callistratus omnes</i>/ <i>Cui malus est nemo,
quis bonus esse potest?</i>”, o sea, “Para no alabar a los que lo merecen,
Calístrato alaba a todos./ Para quien nadie es malo, ¿quién puede ser bueno?”;
pero alivia ver el silogismo clásico encarnado en nuestro tiempo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">El poema que tengo siempre en la
memoria como bandera de esta actitud de García Martín es “Lo imposible”, de <i>Principios
y finales</i>. Para todos los felices con el aquí y ahora, es un himno de
combate: “Por odio de lo fácil detesto la aventura”. El mejor programa de la
épica de lo cotidiano. Compruebo, sin embargo, que Ángel Alonso, que tiene el envidiable
buen gusto de pisármelo todo, lo ha escogido ya. También tradujo los aforismos
del susodicho Quintana que yo ya tenía casi listos, adelantándoseme a la
edición. Lo que estuvo bien, porque su versión es preciosa, dicho sea de paso.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Lo de ahora, con este poema, también
está muy bien. No sería yo un digno lector de García Martín si incurriese en la
mínima queja. Así me voy a otro poema todavía más propio para mí, y lo celebro.
En <i>El pasajero </i>hay un texto que habla de Dios, ya digo, un tema más mío,
aunque se titule “A un dios desconocido”, y ruega así:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Dame siempre
placeres rutinarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Lo que ocurre
una vez, no ocurre nunca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">La luz que
ciega, la explosión de dicha,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">el asalto en un
recodo del camino,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">ángeles, cimas,
intensidad, adioses,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">déjalos para
otros más valientes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Dame pobres
placeres repetidos,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">no un único
diamante en la memoria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Dame días
iguales, no este instante sin tiempo,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 3.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">terco,
distante, azul, inexistente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Cuánto le habría gustado este
poema a Chesterton. Como expone en un célebre pasaje de <i>Ortodoxia</i>, Dios,
en efecto, como acusa García Martín, desconoce la monotonía, ésa a la que, por
amor a lo imposible, algunos aspiramos. Pero Dios, porque tampoco se aburre
jamás, repite —explica Chesterton— los mismos milagros originales una y otra
vez, de modo que llegan a parecernos leyes inmutables de la naturaleza y hasta
pobres placeres repetidos, y no flamantes prodigios inagotables. Sólo una cosa
no cambia, el amor desconocido de Dios por cada uno, que le lleva a tamizar su
esplendente luz que ciega. Qué fortuna que yo tuviese que renunciar a mi
elección primera, pues ascendí de un altivo grito de combate a una honda acción
de gracias. ¿Quién le diría a José Luis García Martín que acabaría rezando tan
ortodoxamente con un poema suyo? (Bueno, no sé, porque de pronto sospecho que
no le sorprendería en absoluto.) </span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;">[Publicado en <i>Alrededores de </i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;"><i>José Luis García Martín,</i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;">el número homenaje </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;">de la resvista <i>Cuaderno de humo</i>]</span></p>E. G-Máiquezhttp://www.blogger.com/profile/03818785172480653694noreply@blogger.com5