lunes, 24 de abril de 2006

Hace días que no hablaba del Gobierno

9 comentarios:

  1. Anónimo10:41 a. m.

    ...¡Traîtres!...
    Querido capitán Haddock, ¿cómo pudo usted olvidar eso?

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  2. Anónimo11:16 a. m.

    Porque confío en que detrás (o delante) de mí vengan otros como usted (no nadie sino Nadie, como Ulises) y me ayuden con el catálogo, que es amplio...

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  3. Anónimo11:58 a. m.

    ¡Muy bien, Milrayos! ¡Hazlo otra vez! Abdallah.

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  4. Bienvenido al desierto, Joaquín.

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  5. Anónimo1:40 p. m.

    Cuenten conmigo

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  6. Anónimo3:47 p. m.

    ¡Me encantan los libros de tintín! Ahora Beades hablaría de la sensación de mirarse con complicidad (utilizo la palabra con mala idea) y decir, ¿tú también? Y sobre todo me gustan el capitán haddock y los Hernández y Fernández, que los recuerdo siempre juntos cuando el capitán se encoleriza porque le han dicho que escupe al hablar. Va protestando enfurecido a todos los circundantes, y los policías van buscando, en previsión de lo que se acerca, un paraguas.

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  8. Anónimo6:51 p. m.

    Pero qué mente tan retorcida... Ya no se puede hablar con inocencia ni a los amigos...

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  9. Reconozco el error, y retiro mi comentario, Llir entre cards, y yo el más cardo.

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