martes, 19 de septiembre de 2006

Contra el pleonasmo

Digo sus nombres y los perros rápidamente acuden a mis pies si están sueltos; pero si van atados, por mucho que los llame —y es para soltarlos—, ni caso. Supongo que estando ya atados, mis órdenes les parecen una redundancia excesiva.

11 comentarios:

  1. Me alegra no ver tu nombre en esta lista (El País de hoy): Entre los firmantes están Marisa Paredes, José María Pou, Manuel Gutiérrez Aragón, José Luis Gómez, Gerardo Vera, Eduardo Vasco, Emilio Gutiérrez Caba, Tristán Ulloa, José Coronado, Julieta Serrano, Juan Diego, Juan Diego Botto, José Sanchis Sinisterra, Clara Sanchis, Vicky Peña, Verónica Forqué, Mónica López, Jorge Sanz, Animalario, Emma Cohen, Aitana Sánchez-Gijón, Javier Gurruchaga, Juan Mayorga, Pilar Bardem, Antonio Saura, Félix Grande y Francesc Orella.

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  2. Debe ser otro pleonasmo proponer el video de un sacerdote en un blog de una persona no creyente.
    Supongo que ha sentado mal este video porque no es políticamente correcto. Supongo que éstos, más atados a sus prejuicios que los perros a sus cadenas, vieron el video con mala cara desde el momento que apareció en escena un sonriente hombre con alzacuellos.
    Luego dirán que los cristianos tenemos prejuicios. Yo creo que es exactamente al revés.

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  3. Yo también me alegro de no haber firmado el manifiesto, Arp, aunque hubiese sido una oportunidad de ir haciendo carrera con la intelectualidad.

    Y Breo, estoy algo espeso y se me escapa al video al que te estás refiriendo. Sácanos de dudas, hombre.

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  4. ¿Han corrido atados alguna vez y se han acogotado? Si así fuera, sólo siendo hombres volverían a hacerlo...

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  5. El video es:

    http://www.youtube.com/watch?v=_jPrcas_0oY

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  6. Muchas gracias a los dos: a Breo, por poner la dirección del vídeo, y a Juan Ignacio por echarle un poco de cuenta a mis perritos, que aquí nadie les decía ni psch, psch.

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  7. Qué pena lo de Emilio Gutiérrez Caba entre los firmantes de eso. No te puedes fiar de nadie.

    Yo también estoy espeso y no cojo tu parábola de los perros. Pero no me la expliques, que eso es como explicar los chistes, jorobarlos.

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  8. "Omne verum, a quocumque dicatur, a Spiritu Sancto est". Entiendo que la autoridad de lo que se dice no viene de que lo diga un cura católico (con 'clergyman', toda una declaración de intenciones). ¿Pero estamos dispuestos a aplicar el programa tomista, y escuchar la verdad, se diga donde se diga? Pienso que algunos grupos católicos pecan de claustrofobia intelectual y espiritual.

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  9. Pues eso, que presentas el video de un sacerdote y a más de uno le salen sarpullidos. Ay, maldita sociedad hipócrita... Aquí en el Norte son mucho, pero mucho más tolerantes que en la triste España. Qué atrasados vamos...

    Joaquín, creo que no debemos generalizar porque eso supone meter dentro del mismo saco a muchas vidas, muy distintas entre sí, sólo por el hecho de que comulgan con un mismo ideal. Permíteme que corrija tu frase: "Algunos pecan de claustrofobia intelectual y espiritual." Así somos más justos.

    Carece de toda credebilidad aquel que afirma que todos los kikos son alegres o todos los del opus dei son pijos o todos los focolares son geniales. Aunque cada movimiento tiene su carisma particular, no podemos olvidar que los grupos están formados por personas, y que cada persona es un mundo.

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  10. Breo, gracias, muchas veces también peco de exageración, aunque para avivar el debate...

    Estuve viendo la grabación del cura. A pesar de su intento de ser llano y hasta "simpático", inevitablemente el alzacuello levanta una barrera para quienes no 'comulgan'... Y eso que lo que dice es muy razonable, pero no fácil de digerir para el discurso dominante.

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  11. Anónimo5:01 p. m.

    Una cosa Enrique, puede ser que seas tu el que les pone la cadena a los perros y no quien se la quita, siendo esta la razón de que no se te acerquen una vez se la hayas puesto, ¿paqué dirán los perros si sólo pones y no quitas? O esto o que tus perros son del tipo ¡¡¡vivan las caenas!!!

    Y con respecto al video, parece de de traca. La música pastelosa, las imágenes más pastelosas aún, la barbita, el pelo engominado, el cafelito, la cocina verde, el alzacuellos que parece mal puesto ... todo choca, todo es estrambótico hasta que empiezan a calar las palabras y entiendes que lo único importante es la palabra y que lo demás sobra.

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