miércoles, 13 de diciembre de 2006

La marimorena

Entre todos este año estamos montando un belén. Ande, ande, la marimorena. El manifiesto del PSOE “Constitución, laicidad y educación para la ciudadanía” ha servido para que empiece el frío. Quieren reinterpretar la Constitución y que donde dijo “digo” diga Diego López Garrido lo que le parezca. Fundamentalmente que la religión es malísima. Luego, un proetarra de ésos con los que se va a llegar a un acuerdo de paz y después gloria (para ellos) ha escrito en Gara un artículo insultando a la Virgen. Gallardón se apunta al cirio y felicita no sabe qué con una foto del Manzanares y este mensaje de Paz, Octavio: “En mi peregrinación en busca de la modernidad me perdí y me encontré muchas veces. Volví a mi origen y descubrí que la modernidad no estaba fuera sino adentro de nosotros”. Ande, ande, ande. Tocando la zambomba, de coro, están esos colegios en los que el claustro ha decidido que los alumnos no celebren fiesta de Navidad.

Como ven, un belén con sus múltiples figuritas. Y es que en todo nacimiento que se precie tiene que haber posaderos dando con sus puertas en las narices a san José, y mucha indiferencia en el común de los paisanos que calientan su olla, y un Herodes ocupado en que no lo meneen de la silla, y los mercenarios que maldicen, y en una esquina un pesebre pobrísimo para el niño Jesús.

Como nuestro paisaje navideño recuerda tanto al de Judea de hace poco más de dos milenios, Arcadi Espada, que es un laicista combativo y despierto como una liebre, ha saltado en defensa de la celebración social y unánime de la Navidad, que él considera una fiesta desacralizada. Pero no, es sagrada y estos curiosos movimientos antinavideños no hacen sino proclamar sensu contrario —y eso es lo que disgusta al sagaz Arcadi— su sentido cristiano.

La gente, por su parte, ama la Navidad tal y como es, y no está dispuesta a que se la conviertan en una extraña Novidad. Los padres de los niños a los que se quiere dejar sin villancicos protestan; varios socialistas me han confesado su inquietud ante la deriva anticristiana del partido; los votantes del PP releen atónitos la felicitación de Gallardón buscándole un algo festivo fuera o dentro de sí misma, la clase de religión será defendida por quienes libremente la escogen... Toda esta marimorena, ande, ande, servirá —está sirviendo— para que nos enteremos de una vez que el cristianismo somos nosotros, nuestra cultura, nuestras costumbres. Y que Occidente, sin una fe viva en Cristo, se oscurece. Frente a la ofensiva laicista hay ojos que se vuelven a la Iglesia. Lo explica el refrán: a río revuelto, ganancia de pescadores (de hombres).
[Hoy en Grupo Joly]

9 comentarios:

  1. Anónimo7:58 a. m.

    que susto dios mio . voy al diario digital y leo "tu" artículo . que veo . imposible . este no es mi enrique , que me lo han cambiao . vengo a tu blog y aqui está mi enrique de siempre . menuda pata ha metido jolygroup . ya me quedo mas tranquilo sigo opinando distinto a ti como de costumbre . saludos navideños laicos . jeje .

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  2. De los MUY buenos. Lo has visto claro: clarivivencias.

    El segundo párrafo genial. Y los juegos de palabras no te pierden (ni siquiera el último).

    "¿A dónde iremos?... Sólo Tú tienes palabras de vida eterna". (Frag. para empezar el día)

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  3. Anónimo9:26 a. m.

    Si es que España es muy cateta con Dios,todavía no sabe que no se puede vivir sin Él,y entonces todo lo rechaza,hasta nuestra cultura,pero ¡qué bestias!....

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  4. ¡Olé!
    ¿Y cómo puede ser tan cursi Gallardón? Que Diego López Garrido babosee o que alguien en Gara blasfeme no sorprende mucho, aunque ahora que lo pienso la 'felicitación' de Gallardón también es coherente con su trayectoria.

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  5. Anónimo10:51 a. m.

    No se le puede añadir ni quitar una coma. Puedo regalarte alguna figurita más para tu Belén postmoderno: ayer en un programa de Telemadrid ("Madrid opina"), un Jorge Verstringe irreconocible, reconvertido en montaraz socialista (ver para creer), que casi se come en crudo a un cura: un Manuel Mª Bru al que apenas dejaron abrir la boca.
    Enhorabuena, como siempre. Muchas gracias, y feliz Navidad.

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  6. Muchas gracias, anónimo amigo, por el aviso, por el susto y por saludos laicos, tan risueños.

    A los amigos con nombre, igualmente gracias.

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  7. No nos robarán la Navidad.

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  8. Joer, macho, me quito el cráneo. Qué envidia me dan esos retruécanos.

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  9. Ya lo leí y pensé: "joé, macho, hoy le ha salido en su punto". Y ahora que paseo por aquí he creído justo que lo supieras.

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