Teníame ya pensada desde anoche la entradilla de hoy, hablando literalmente de pájaros y flores, cuando al leer la prensa muy de mañana he decidido guardarme mi cosa. Los agradecimientos diríjanse a esta crítica televisiva ejemplar del impagable Esparza. Saber es ganar, viene a decirnos. Y yo añado: y a menudo, callar.
Así que hoy os reenvío a los que saben: a esta entrevista con Hermann Tertsch, y, si os quedan fuerzas --que falta nos hacen--, a este artículo de Rosa Díez.
Hay que incluir en la lista el Arcadi de hoy.
ResponderEliminarYa que yo no hablo de política en mi blog, me aprovecho del tuyo: santa Juana de Arco, santa Teresita, rogad por nosotros (y ya que estáis, por Francia también).
No te aprovechas: enriqueces. Y se te agradece.
ResponderEliminarAsí que no cejes.
Impresionante lo de Terstch. Y para echarse a temblar. Lo que me pregunto es, ¿como pudo estar ese hombre durante 22 años en el imperio de PolanSauron?
ResponderEliminarA Esparza merece la pena leerlo aunque sea en las críticas de televisión. Es un humanista en todo momento.
ResponderEliminarGenial Rosa Díez! Genialll!
ResponderEliminarEs verdad que la situación española, bien definida por H. T. es especialmente anómala, y ahonda en la anomalía histórica española. Pero el sectarismo progre está tan extendido en Europa como en España. Vengo de Bélgica, he estado con gente civilizada y estupenda que no hacía más que repetir: "No puede ser que gane Sarkozy, que es un facha peor que Le Pen". Y entonces uno entiende la banaliad del mal, y cómo es la gente común y civilizada la que aplaude a los tiranos y los
ResponderEliminarlevanta en sus pedestales.
Si hoy gana Sarkozy puede tenerlo muy difícil con este panorama, le pueden hacer como a Aznar, porque el odio que he visto hacia S. es idéntico al que hay contra Aznar.
La diferencia es que S. no tiene los complejos de Aznar y en general de los liberales españoles. De modo que dará la batalla.
Ahora bien, si gana S. será importante porque significará la derrota de la selección negativa, del Todos Contra S. Y ese es un mensaje clarísimo que puede tener efectos en otros países. Yo creo que con la progresía negativista pasa como con el comunismo, que iba a durar un milenio y se acabó en 4 días. Quizá curiosamente los antiliberales destilan tanto odio porque están a punto de perder la batalla. Creo que el castillo se les puede venir abajo a poco que se mantenga una postura de firmeza. El comunismo parecía muy fuerte y se derrumbó en cuanto alguien le puso un poco de presión, a pesar de todo lo que organizó la izquierda en Occidente para salvarlo.
Si gana Sarkozy será que el odio Todos contra Uno no ha funcionado, y eso puede ser el derrumbe. Quizá en realidad son más débiles de lo que parecen.
Hace 50 años la situación actual estaría desembocando en guerra civil y europea. Pero ahora la gente vive tan bien, está tan bien alimentada, tan llena de ocio, tan llena de pastillas tranquilizantes y antidepresivas, tan pensando en las vacaciones en Santo Domingo o España para desfogarse, que me parece impensable una guerra, aunque yo diría que las condiciones objetivas existen.
Qué situación más curiosa y más desconcertante. Es como vivir una guerra sorda no declarada, en la que se funciona a través del odio al "enemigo" pero todos en casa luego a ver Gran Hermano y tomarse la pastilla para dormir, a fingir que no pasa nada.