viernes, 7 de septiembre de 2007

Cuatro bodas y un funeral

Ana Liniers, amiga de Leonor y mía, perspicaz psicóloga, fue la descubridora del atasco del novio en las bodas cuando le tocaba decir “fidelidad” en “recibe este anillo como prueba de mi amor y de mi felicidad o fifelidad o facilidad o fififidad…”. En nuestra boda me felicitó porque lo había dicho claro, sin interferencias, como un aparato de alta fidelidad. No tenía especial mérito porque, entre otras cosas, llevábamos tres o cuatro años fijándonos —y riéndonos— en cada celebración. Ahora he descubierto donde tropiezo yo, que también es sintomático. Hace unos días tuve que llevar el rosario ante un grupo considerable. Empezaba con una dicción excelente hasta que llegaba al final de cada Ave María y al hora y el ahora de muestra nuerte con la boca reseca. Creo que me atraganté de cincuenta formas distintas… Bueno, no importa, con tal de que la última salga bien.
Amén.

7 comentarios:

  1. Bueno, la mayor parte de la gente dice "dstsalve, María".

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  2. Anónimo1:25 p. m.

    Cuidado, amigo Máiquez, no te pase lo que al cura del cuento de Daudet!

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  3. Anónimo1:37 p. m.

    ¡La familia protagonista de hoy!
    Se lo cuento ahora mismo, que no sé si es asidua.

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  4. muy buena la entrada, y tb. el "dstsalve".

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  5. LA MISA DE AMOR

    Mañanita de San Juan,
    mañanita de primor,
    cuando damas y galanes
    van a oír misa mayor.
    Allá va la mi señora,
    entre todas la mejor;
    viste saya sobre saya,
    mantellín de tornasol,
    camisa con oro y perlas
    bordada en el cabezón.
    En la su boca muy linda
    lleva un poco de dulzor;
    en la su cara tan blanca,
    un poquito de arrebol,
    y en los sus ojuelos garzos
    lleva un poco de alcohol;
    así entraba por la iglesia
    relumbrando como sol.
    Las damas mueren de envidia,
    y los galanes de amor.
    El que cantaba en el coro,
    en el credo se perdió;
    el abad que dice misa,
    ha trocado la lición;
    monacillos que le ayudan,
    non aciertan responder, non,
    por decir amén, amén,
    decían amor, amor.

    (De la "Flor nueva de romances viejos", de Ramón Menéndez Pidal)

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  6. Sois muy píos y hacéis muy bien rezando el Rosario en familia, pero también deberíais practicar el rezo del Trisagio:
    De la Subitánea murete,
    del Rayo y de la Centella,
    libra este Trisagio y sella
    a quien lo reza y advierte,
    que por esta feliz suerte
    y en este mar de quebrantos,
    Ángeles y Serafines dicen:
    Santo, Santo, Santo.

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  7. ¡Buenísimo!

    (¿En el final se observa un guiño a vuestro Julio Martinez Mesanza y aquel tema de la salvación y el tiempo?)

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