Mirar es una antología
*Si no aceptamos nuestros demonios, sólo podremos aspirar a ser pésimas buenas personas.
*También nos enamoran las ideas.
*Nadie se toma en serio al que lo admira demasiado.
Procurar no hacer daño a nadie. Pero dar la impresión de ser muy capaz de hacerlo.*
Conviene burlarse un poco de casi todo, y mucho de casi nada.
*
*Noticia trágica: el sentido del humor tampoco nos hace invulnerables.
*Amar es una obra de arte.
*No ser vulgar cuesta trabajo. Más que una naturaleza, la vulgaridad es una renuncia.
*Sin moral no hay mirada. Hay, como mucho, testificación.
*Alguien casi genial es un idiota.
*Epígonos, epígonos. Qué modernos seréis.
*La corrección es el segundo turno del talento.
*Uno no lee poemas: se entiende con ellos.
*“Pellízcame para saber si es cierto”: ese pellizco vendría a ser, exactamente, la poesía.
*Sólo me interesan las prosas extremas: la grácil o la grávida, la que vuela o la que excava.
*Escribid mal y os llamaran rupturistas.
*Todo resumen es una exageración.
Así es, el último es para enmarcar. Muy hábil ese barbero.
ResponderEliminarMe encanta el de los demonios. Y unos cuantos más. Muy agradecida al barbero, estos rayos hacen más llevadero el pistoletazo de salida del curso.
ResponderEliminarMuy buena entrada. Algunos son ciertamente espléndidos. Coincido con Juan Manuel y anacó en el último y, particularmente, en el de los demonios.
ResponderEliminarDel sentencioso aforismo
es maestro como poco.
Semeja Neuman a Esopo
con singular virtuosismo.
Con brillante laconismo
sale airoso de este reto.
No ponedle en un aprieto
exigiéndole que, encima,
use consonante rima
en ortodoxo soneto.
ESPINELETE
Me gusta lo de que el humor no nos hace invulnerables, porque uno está dispuesto a creérselo. En todo caso, curan antes las heridas.
ResponderEliminarEnrique, muchas gracias por el libro y por acercarme a Quintana. En http://pensarporlibre.blogspot.com/2007/09/si-fuese-sacerdote.html
ResponderEliminarhe acusado recibo.
Sí, el último y el primero, el del mirar. Y me gusta mucho también ése de que los poemas no se leen, nos entendemos con ellos.
ResponderEliminarEl primero es genial.
ResponderEliminarNo me preguntés porqué pero me gusto el que dice que el sentido del humor tampoco nos hace invulnerables.
ResponderEliminarSaludos.
que grande el barbero
ResponderEliminarHombre, anónimo, el grande aquí es Neuman, aunque se agradecen los ánimos, eh.
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