El año 2004 escribí este villancico. Ahora se vuelve a hablar de la ampliación del aborto y yo lo vuelvo a entonar. Lo siento.
Con la ampliación del aborto
morirán más inocentes,
Gomorra exulta y las gentes
se odian… Hoy, Jesús, te exhorto
a que tu amor sea más corto
y no vengas al Portal…
No nos merecemos tal
derroche de paz desnuda.
Nos merecemos que acudas,
pero al Juicio Universal.
Siguen callados, los cabrones.
ResponderEliminar¿Dónde están los aduladores?
Tienes razón, caro anónimo. Releyendo la entrada, parece que ando fishing for compliments, lo cual hoy al menos no era mi propósito. Quito toda la introducción y las explicaciones y dejo la décima sola, que es de lo que se trata. Gracias por el aviso.
ResponderEliminarNo, por favor.
ResponderEliminarVuelva a poner Introducción, explicaciones y su villancico.
No todo silencio es cómplice. No siempre es culpa.
A veces es duelo y oración.
Vuelva a completar el post, si lo que necesita es que le digan gracias.
Nunca se hablará demasiado, nunca se gritará muy fuerte, nunca se llorará suficiente.
Gracias por hablar por nosotros, los que solo acertamos a callar adoloridos.
Enrique, llego hasta tu página de la mano de mi amigo escritor -Kiko- y realmente tu villancico me parece magistral
ResponderEliminarSaludos
Hoy a ESPINELETE sólo le cabe asumir hondamente esa décima
ResponderEliminarCaro Máiquez:
ResponderEliminarYa aparecen, sólo algunos.
No hay fiesta, ni poesía;
ni muestran la algarabía.
Hoy, de vida son ayuno.
Es tremendo lo que le pides a Jesús. Creo que lo único que merecemos es misericordia y pena, y Dios que es muy sabio nos la da. Creo que concedes demasiado al valiente anónimo, que llama aduladores a tus lectores escudado en la ausencia de nombre. Cada vez creo más que blogger debería impedir el anonimato. ¡Si uno puede hasta firmar como pepito el de los palotes! ¡Pues nada: para decir palabrotas e insultar, anonimato. Insulto, creon yo, es llamar adulador a un simple lector, y buscador de halagos a ti. ¡Si te conocieran...!.
ResponderEliminarEl 1 de diciembre dejé en mi blog estas palabras: "No paramos, luchamos. Luchando juntos sumamos muchos millones,
ResponderEliminarpero nuestras voces se callan, se silencian, pierden sentido,
si perdemos la conciencia,
triturando nuestra herencia,
echando al desagüe a nuestros hijos..."
Gran villancico el suyo colega Enrique, completamente de acuerdo. Lástima tanto silencio, si no es silencio de Vida. Gracias por seguir ("dando la vara") pues me ayuda a vivir mejor este camino de Adviento. Saludos
A riesgo de que el primer anónimo me incluya en el grupo de los aduladores (pero yo pongo mi nombre por delante), diré que me parece un gran poema.
ResponderEliminarEcazes, muchas gracias, pero dejaré la décima lo más sola posible para acercarme a ese duelo y oración que tan bien describes.
ResponderEliminarY caro anónimo, no se me abarate con esos versillos, que le voy a tener que quitar la razón que le di. Que no haya hoy ni fiesta ni poesía ni algarabía sólo demuestra sensibilidad por parte del resto de lectores (sí, de esos que firman con su nombre). ¿No sé si se ha dado cuenta de lo que se trata hoy aquí?
No sé si suscribir lo que decís, por triste y tremendo. Porque lo es.
ResponderEliminar¡Veo que lo sientes!
ResponderEliminarTremendo el poema. Y es lo que sale del alma cuando uno comprueba que a río revuelto, ganancia de pescadores.
ResponderEliminarEs espantoso que todo este horror descubierto sirva al cabo como estrategia para ampliar la ley del aborto. Asco de positivismo jurídico...
No creo que merezcamos misericordia, Rocío, merecemos justicia. Suerte que la mayor muestra de la omnipotencia divina se manifiesta precisamente en su misericordia que supera toda nuestra miseria.
Pero hay justicia, desde luego. El grano crece junto a la cizaña, mas llegará el momento en que será echada al fuego. A nosotros nos toca seguir sembrando, a pesar de la cizaña.
Querido Enrique:
ResponderEliminarYo también pongo mi nombre por delante (¡faltaría más!).
Menos mal que el amor de Dios es infinito... y vendrá al portal, allí incluso donde no lo ponen.
Caro Máiquez, la razón no se da ni se quita, se tiene o no se tiene, con versillos malos o buenos.
ResponderEliminarYa se despertaron, el tema lo merece. La sensibilidad no se demuestra así; es momento de otras cosas.
Ya me inventaré un nombre si es menester, pero el comentario, con nombre o sin nombre, es el mismo. Miedo a lo desconocido, quizá. Pero mejor punto y final.
Anónimos cobardes que ven pasar los trenes a Dachau y al Gulag mientras tocan el violín. (Inspirado en la brillante columna de hoy de Ignacio Ruiz Quintano en ABC).
ResponderEliminarEl caso es que tocando el violín estamos todos, mientras trituran a los santos inocentes.
ResponderEliminarPues es cierto que nos estamos ganando a pulso la petición de tu villancico.
ResponderEliminarAl menos lo estamos hablando.
Tienes mucha razón, aunque no deja de ser terrorífico, no sé si más lo del Juicio Universal o la mafia abortista. Aunque, ¡qué digo!, el primero, al menos, es justo e incluye misericordia.
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