domingo, 24 de febrero de 2008

Remordimiento

¿Por qué me ladra
el perro del mendigo,
cómo lo sabe?

16 comentarios:

  1. Poniéndonos tremendos, nos tendrían que ladrar todos los perros, pero por suerte nos comprenden.

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  2. Qué bueno. Intento esbozar una explicación genérica:
    Cuando caminas
    tus culpas y miserias
    vas arrastrando

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  3. Anónimo1:31 p. m.

    Intentaré darle la vuelta...

    Aun mereciéndolo
    no me ladra ese perro.
    Es casi humano

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  4. Anónimo8:38 p. m.

    Taladra el perro
    con su ladrido
    mi monedero.

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  5. Anónimo11:46 p. m.

    Bueno, yo me preocuparía más si en vez de ladrarme, me suelta un relincho.

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  6. Anónimo12:03 a. m.

    Lo sabe porque te conoce. Si desprecias al perro del mendigo te ladará.

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  7. Os voy enlazando uno tras otro como perlas de un collar. No quería ser tan poética en este comentario, pero como sois amantes de haikus y demás bellezas literarias, creo que me lo perdonarás.
    Un gusto leerte. Mery

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  8. Ojos brillantes
    de amor y celo.
    Amor de perro.

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  9. Anónimo12:18 p. m.

    Reladramiento:

    Avisa al amo,
    sabe que tienes perro:
    manos que dan

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  10. Me habéis confundido con el mendigo del haiku y me dáis la limosna de vuestra comprensión y cariño. Muchas gracias. ¿O no me habéis confundido? Más gracias aún.

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  11. Qué genial.

    Me has hecho acordar (uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amò la vida, dice un canto por ahí no recuerdo bien dónde) a Adán Buenosayres tratando de escapar del mendigo Polifemo (Libro segundo, I).

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  12. ¿Por qué no escribe
    Enriquegarciamáiquez
    su nueva entrada?

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  13. Me ha recordado tu haiku a las primeras páginas de Humillados y ofendidos. Muy bonito.

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  14. Oui, es exacta e inolvidable la referencia a Polifemo. Solo que el omnisciente ciego no necesitaba perro, se daba abasto solo... (Hay que andar kilómetros de libro para encontrarlo y temblar de pies a cabeza con Adán, pero vale la pena)

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