Dispuesto a cumplir la penitencia del
buen abad de Baltanás, me acordé un momento, transversalmente, de Flannery O'Connor ("
She could never be a saint, but she thought she could be a martyr if they killed her quick") y alcancé esta conclusión:
La auténtica eutanasia es el martirio.
(Lo que no quiere decir que yo no esté también en contra de la auténtica, ojo.)
Ciertamente. Incluso en vida, como el de Magdi Allam.
ResponderEliminarVisto así de transversal... pues sí.
ResponderEliminarSería una eutanasia-hagiotanasia (por recuerdo transversal del impresionante "Agios athanatos, eleison umas" -se admiten correcciones- de los Improperios...)
eutanasia... así es cómo lo llaman ahora... al suicidio, si es que no al asesinato.
ResponderEliminarHabrá que pensar que estás contra el martirizador y compadeciéndote del mártir... aunque sean la misma persona.
ResponderEliminarCiertamente, Batiscafo. En los saltos transversales que hice del memento mori al "ya que no queda más remedio, al menos la buena muerte automática o auténtica", pasé por el recuerdo a la carta de Magdi Allan. Luego me lo salté en la entrada, y quizá eso tiene la culpa de que haya quedado tan abrupta y poco paliativa.
ResponderEliminarLo de la hagiotanasia es el nombre exacto, CB. Gracias mil. (De lo de los Improperios se admiten traducciones.)
aaaaaaaay duele...
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