jueves, 9 de octubre de 2008

Los sueños frágiles

Hace unos meses alguien me dio un disgusto. En realidad, un disgusto muy pequeño, y que las circunstancias hacían comprensible. Tardé dos días (y fue mucho) en disculparle y decirme: "agua pasada". Sin embargo, desde entonces sueño con aquello, adornado con los arabescos propios de las pesadillas. Qué frágiles somos por dentro.

7 comentarios:

  1. Anónimo8:52 a. m.

    De cristal. A mí me sucede lo mismo muy a menudo. Gracias por expresarlo tan nítidamente.

    Salud.

    Tlön

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  2. Qué frágiles..., ¡y qué puñeteros! Lo que nos cuesta perdonar a veces. Tanto es así que hasta en sueños se nos recuerda...

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  3. Y nadie ha inventado aún un superglú para el alma.
    Un abrazo

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  4. Es que los sueños son muy peligrosos. Ya lo sabes.
    Y tu texto es también peligroso, porque se clava.

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  5. Anónimo12:09 p. m.

    Ahora todos tus amigos nos estamos preguntando: ¿Habré sido yo?

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  6. Anónimo3:50 p. m.

    yo soy incapaz de aguantar dos días, las mujeres, en cambio, lo hacen bien...
    qué malo eres, co!

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  7. Gracias por la preocupación, amable anónimo, pero todo está hablado y perdonado. Sólo los recodos de los sueños...

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