Me gusta hacer poemas con un único verso
y hasta de una palabra
como cuando escribo tu nombre en medio de la página
y me quedo pensando más o menos en ti
porque pienso también en otras cosas…
[ … Pone el poeta luego numerosos ejemplos de otras cosas, como los ejercicios de álgebra del colegio. Entonces Quintana, que no fue un gran matemático de estudiante, se hace el propósito de serlo en la próxima vida y promete a sus antiguos desilusionados profesores que se aplicará porque, a fin de cuentas, “la matemática es el único pensamiento sin dolor”. Lo promete, pero se da cuenta enseguida de que está mintiendo y acaba con este inolvidable verso:]
Qué fortuna morir de amor y continuar viviendo…
Afortunado Enrique: qué bueno el Quintana.
ResponderEliminarTremendo ese último verso, se me acaba de quedar dentro.
ResponderEliminares genial eso de poner los primeros versos, el último y entre medias contar lo que dicen los versos que no son tan buenos...
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