lunes, 15 de diciembre de 2008

Incomprensible

La pereza más extraña
es la de todas las noches:
pereza de irme a la cama.

6 comentarios:

  1. Anónimo8:00 a. m.

    El minuto heróico !

    .

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  2. Je, es que yo también tengo mi diplomaturita en nubes.

    Simbad es un minuto heroico completamente al revés: dura horas y quizá, quizá sea por cobardía: dormir es una metáfora de la innombrable.

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  3. Ah, menos mal que explicas, porque esto de que un casado no quiera irse a la cama.

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  4. Anónimo9:41 a. m.

    tienes razón enrique: parecida pereza dará ponerse el pijama de algodón que de madera: hay tantas cosas que hacer antes de acostarse definitivamente. Es una cuestión de pijamas! Jaime

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  5. ¡El pijama de madera! qué grande grande y grande, Jaime.
    A mí eso me pasaba antes; ahora, a las once ya estoy deseando la cama. A mí me gusta tantísimo dormir...

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