lunes, 2 de febrero de 2009

La venganza

El jueves desperté con un grano en la nariz. “Dame, Señor, coraje y alegría”, recité como cada mañana frente al espejo, “para escalar la cumbre de este día”. Olvidado del grano, entré en mi primera clase y lo primero que me preguntaron los alumnos fue: “¡¿Ke te pasa en la cara?!” Naturalmente contesté: “Nada, acné juvenil”. Y eso les divirtió de una manera inesperada, se reían a mandíbula batiente, se descostillaban, se desternillaban, se daban golpes entre ellos y a las mesas y en la barriga, y exclamaban: “¡Juvenil! ¡Ké gracia tiene este tío…!” Yo, la verdad, creo que he gastado bromas mejores en estos cuatro meses que llevamos juntos, pero como el jueves no se rieron nunca. Se rieron demasiado. De hecho, después de reconcomerme todo el fin de semana, he decidido vengarme. Hoy, examen sorpresa.

9 comentarios:

  1. Como siempre hay que premiar la virtud y la aplicación, si algún alumno entra por la mañana temprano, como debe, a mi blogg, sepa que voy a preguntar en el examen sorpresa: 1) la teoría de los factores de Herzberg, 2) los roles negativos en los equipos de trabajo y 3) las tácticas para una negociación de rivalidad.
    Suerte.

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  2. Mira que eres malo...
    Mira que eres bueno...

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  3. Hasta ahí podíamos llegar ¿dónde se ha visto esta modalidad de rebelión en las aulas?
    Has hecho bien.

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  4. Ups... Pues pensaba decirte que me he reído mucho con tu entrada, pero casi mejor me lo callo.
    (Genial por cierto -extramadamente visual- la frase de tu alumno: "¡¿Ke te pasa...?!).

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  5. Jajajaja, qué bueno. Me has amenizado la última hora en el instituto.
    Anécdota complementaria: el otro día estaba yo hablando con los míos del viaje de fin de curso que, naturalmente, incluye actividades culturales que odian. Una no pudo contener su rabia y exclamó: "¡Es que vosotros no sabéis lo que nos gusta a los jóvenes!". Respondí: "Jóvenes somos nosotros. Vosotros lo que sois es adolescentes". Y aunque lo solté con rapidez y naturalidad, debí resultar poco convincente, porque al fin una alumna concluyó: "vosotros sois los más jóvenes de los viejos". Habrá que resignarse.

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  6. Esto de escribir con K la pregunta de los alumnos es magnífico.

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  7. qué maravilla... Tengo que llamar a tu contestador, a ver si logramos ponernos de acuerdo...

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  8. Veo que a tus alumnos se les ha pegado algo de Juan de Valdés. Lo digo po lo del "escribo como hablo". O viceversa, claro.
    A partir de ahora, no sé si tus alumnos se atreverán a reírse en clase...

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  9. ¡Di que si!. Que aprendan modales por la via dolorosa. Hay que descasparles de toda esa logse.

    (Mi hija mayor, que me quiere, aparece por mi despacho regularmente a recordarme que soy el padre más joven de su clase. Aunque de momento todas sus inmediatas intentonas para que le deje instalar el messenger se han estrellado contra un muro de hormigón).

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