Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
martes, 3 de marzo de 2009
Lo llevo en la sangre
La humeante entrada de Beades, umm, me ha recordado el único poema que un tío bisabuelo mío escribió en su larga y torrefacta vida. Se titula "Oda al café":
Hazme promesa formal de no faltarme en la vida, pues eres una bebida para mí fundamental.
Según Miguel d'Ors los jóvenes poetas andaluces, católicos y figurativos, son (somos) muy aficionados a merendar. Y cita versos de Abel Feu, y de Enrique, y de otros muchos, en los que se toma abundante café, como símbolo doméstico de acogimiento y amistad. No estaba mal visto. El pionero creo que es Carmelo Guillén Acosta.
Deberíamos hacer una antología de poemas de café. Y por supuesto el de tu bisabuelo abriría el libro. Un abrazo
ResponderEliminarSegún Miguel d'Ors los jóvenes poetas andaluces, católicos y figurativos, son (somos) muy aficionados a merendar. Y cita versos de Abel Feu, y de Enrique, y de otros muchos, en los que se toma abundante café, como símbolo doméstico de acogimiento y amistad. No estaba mal visto. El pionero creo que es Carmelo Guillén Acosta.
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