La luna ha leído a Lorca
(como es lógico) y anoche
le dio por posar de rosa.
Pero cuando fui a cortarla
para prenderla del pelo
de Leonor, clamó indignada:
“Una rosa es una rosa
es una rosa, y yo soy
leída pero no tonta.
“Busca una buena gitana
y, señorito legítimo,
le compras por un buen pico
una rosa colorada…
Tú déjate de metáforas”.
el final es genial... Y una rosa es una rosa/es una rosa.
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