domingo, 3 de mayo de 2009
Última tarde con estereoscópica
Sé que la intervención quirúrgica no será para tanto (ni para tuerto), pero mi amor a los ritos me tiene aquí planeando la tarde muy cuidadosamente, por si es la última con visión estereoscópica. Iré, para empezar, al Prado, roca española, a rendir honores al Greco y a Velázquez. Luego al Reina Sofía, a la librería, claro. Como es sobrenatural, iré a misa y miraré con intensa emoción cuando alcen la Forma consagrada. Después, ya al borde del día, entraré en un cine: Ponyo y el acantilado es la película escogida. Cuando vuelva a casa (de mi suegra), ya por la noche, intentaré contemplar a Leonor a la luz de la luna. Y si Madrid no permite esos lujos agropecuarios, la contemplaré a la luz de las lunas de los escaparates, sonriente y azul, en su ambiente.
Tal y como lo planteas, dan ganas de operarse cada dos días, para gozar de unas vísperas así.
ResponderEliminarUn abrazo y que todo vaya bien.
Que vaya muy bien esa operación: ¡hay tanto que ver! Ánimo.
ResponderEliminarTodos te deseamos lo mejor para ti, que sólo Dios sabe lo que es.
ResponderEliminarPero me da a mí que Santa Lucía, al menos en esta ocasión, va a tener una pequeña charla con el buen Dios.
Quien hizo la luz y toda la hermosura del mundo, velará por tus ojos. Ya lo veras, ánimo.
ResponderEliminarGrandes cosas que ver hoy: y me acordaré mañana.
ResponderEliminarQue salga todo muy bien. Conque saliera la operación proporcional a la preparación bastaría para no perderte de vista.
ResponderEliminarUn rezo p'a ese ojo.
Enrique, seguro que la operación sale estupendamente y podrás seguir deleitandonos con tus sublimes entradas.
ResponderEliminarSuerte, Enrique. Sé que vas bien pertrechado. Un abrazo.
ResponderEliminarQue todo vaya bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por aquí también contigo. Ánimo y muchos besos, Enrique.
ResponderEliminarVaya, muchísimas gracias a todos. Y eso que la cosa no es para tanto, ni muchísimo menos. Me pongo a pensar en lo que me mimariáis si la cosa fuera grave, y no diré que me entren ganas, pero casi.
ResponderEliminarAbrazo grande,
Enrique
Un abrazo, Enrique.
ResponderEliminarBuen plan para repetir en cuanto te dejen de tocar las córneas. Ánimo y fuerza.
ResponderEliminarNo se te ocurra estornudar en mitad de la intervención. Este sí que es un buen consejo. Ea, que te vaya bien.
ResponderEliminarÁnimo con esa operación y un fuerte abrazo. Tu mirada de la realidad siempre merece la pena, aún en momentos tan complicados como los previos a una operación.
ResponderEliminarEs un gusto el leerte.
Que salgas con el mismo bien que entras.
ResponderEliminarSaludos
AFD
Esta entrada es genial y me alegro, como supe antes, que todo salió muy bien.
ResponderEliminarSaludos.