Pues yo soy de las que envidia un pelín a su madre, para qué engañarse. La culpa es de los políticos, que permitieron que los precios de las casas subieran tanto, que hicieran falta -sí o sí- dos sueldos para sacar adelante un hogar. Este es uno de los factores que no tuvo que vivir la generación de nuestros mayores. Lo de la liberación femenina -que me perdonen De la Vega y Aído- son zarandajas. Ay!
Que conste, con todo, que soy firme defensora del trabajo de la mujer -dentro y fuera del hogar-, y que lo veo casi una necesidad para ella. Pero con todo y con eso, son demasiados frentes abiertos, ¿no?
A las hortensias, para que florezcan en primavera, hay que podarlas a fondo en otoño.
ResponderEliminarPues yo soy de las que envidia un pelín a su madre, para qué engañarse. La culpa es de los políticos, que permitieron que los precios de las casas subieran tanto, que hicieran falta -sí o sí- dos sueldos para sacar adelante un hogar. Este es uno de los factores que no tuvo que vivir la generación de nuestros mayores. Lo de la liberación femenina -que me perdonen De la Vega y Aído- son zarandajas. Ay!
ResponderEliminarQue conste, con todo, que soy firme defensora del trabajo de la mujer -dentro y fuera del hogar-, y que lo veo casi una necesidad para ella. Pero con todo y con eso, son demasiados frentes abiertos, ¿no?