domingo, 23 de agosto de 2009

God's spies

Mi madre era una santa, pero yo soy un hijo de mi época. Por eso, como todos este verano, he leído novela negra, aunque, en mi caso, ni fue novela ni es negra, aunque ese era su tono. Déjemonos de suspenses: confieso que he leído con el corazón en un puño The Quest for Shakespeare de Joseph Pearce. Se trata de una investigación en toda regla sobre las creencias, católicas o no, que va a ser que sí, del Bardo. Las pistas se multiplican y encajan y Pearce las expone con la vibración de un best-seller, montándolas muy bien, con un punto de agresividad intelectual y otro de mesura forense, que se balancean rítimicamente. Lo negro lo pone de fondo la tremenda persecución a los católicos ingleses. Qué historia: ya me he pedido en Abebooks la biografía de Edmund Campion de Evelyn Waugh y las obras completas del beato Robert Southwell, SJ, primo de Shakespeare, poeta y mártir, nada menos. Además, he rescatado de mi estantería los ensayos históricos de Belloc. Pero volviendo a Pearce, ¿es buena literatura? Puede que no, aunque es eficaz, y en todo caso, no importa, porque su libro se lee alternándolo con el mismísimo Shakespeare (y cómo se iluminan mutuamente), así que de buena literatura anda uno bien servido. También lo alternaba con el Shakespeare de Harold Bloom, por contrastar, y con el Shakespeare de René Girard, para no perder las buenas costumbres. Apasionante choque de interpretaciones, del que Shakespeare sale intacto, más claro que nunca, inconmensurable y cercano.

8 comentarios:

  1. "Voy a interpretar a Shakespeare de modo que me salga católico".
    "Voy a interpretar a Shakespeare de modo que me salga no católico".
    ¿Los intérpretes forzando a Shakespeare a ser lo uno o lo otro, o acaso las dos cosas al mismo tiempo? No sé, nada conozco del asunto, pero ojalá que lo estudien lo más desprejuiciadamente posible, de modo que salga el Shakespeare que tenga que salir, no el que uno quiere que salga. ¡Y a lo mejor salen muchos Shakespeares!

    A mí, claro, me gustaría que hubiese sido católico.

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  2. Querido Enrique: algo hablo yo de eso en mi introducción a la Poesía Completa de Shakespeare, que sale dentro de unos meses en la Biblioteca de Literatura Universal, la BLU, que ha pasado a dirigir recientemente Luis Alberto de Cuenca. A la edición revisada de los Sonetos añado "Venus y Adonis", "La violación de Lucrecia", "Lamento de una amante", y el resto de sus poemas.
    Con el catolicismo, como con casi en todo en Shakespeare, los estudiosos no se ponen de acuerdo. Por eso, aparte de su grandísima altura literaria, nos sigue apasionando y se siguen escribiendo decenas de libros todos los años.

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  3. El estudio no concluye, por supuesto, que S. fuese un católico convencido, pero sí que era hijo de católicos, se relacionó con católicos, favoreció a los católicos y bautizó a sus hijos en la fe católica. El propio Pearce ilustra todo esto con un ejemplo gracioso: señor David Samuel Isaac Abraham Leví, ¿es usted judío?, pregunta el juez. Ni que decir tiene que la respuesta intemperante del interrogado ("no, soy apache", o algo así) estaría más que justificada.

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  4. "Inconmensurable y cercano": buena definición de lo que debe ser un clásico.

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  5. He leído bastantes cosas de Pearce con gran provecho. Tuve la oportunidad de asistir a una conferencia suya en Madrid hace unos años y quede contento. Y sin embargo, me da la sensación cuando leo un libro de Pearce que le cuesta afinar el tiro. Uno no sabe bien a donde quiere llegar el autor, a veces sus libros parecen una maraña inmensa y de forma confusa de datos e ideas. Estoy muy tentado a leer el libro de Shakespeare pero me gustaría saber si es lo anterior a lo que te refieres cuando cuestionas su estilo literario.

    Otro libro increíble sobre el catolicismo inglés son las memorias del P. Gerard, SJ. Yo las tengo en un folleto en español de principios del s. XX. Muy recomendables si te puedes hacer con ellas.

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  6. He tenido la oportunidad de escuchar a Pearce este año en Valladolid y de disfrutar con él de una visita al Museo Nacional de escultura, donde quedó impresionado por el realismo de las tallas castellanas. También fuimos a San Albano, el seminario de los ingleses, donde se encuentra la muy gaditana imagen de "Our Lady Vulnerata".(http://www.valladolid.org/la_vulnerata.htm)

    No creo que el propósito de su libro sea tanto "que salga católico", como refutar a quienes han hecho de Shakesperare un emblema de la gilipollez más absoluta.

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  7. Anónimo1:41 p. m.

    El primer párrafo de la entrada parecía que iba a acabar de otra forma; por cierto, absolutamente inadecuada a tu persona.
    Jilguero

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  8. Leí el articulo que escribiste sobre Jenaro,!alucino!

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