jueves, 11 de marzo de 2010

Trabalenguas trágico

El drama del hombre moderno —leo— es que ignora que no todo lo que puede hacerse debe hacerse. Bien, pero mi tragedia personal es otra: saber que no puedo hacer todo lo que debo.

4 comentarios:

  1. Pues sí que es una tragedia. Y, en efecto, la segunda, también me parece superior. Un abrazo.

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  2. Amén. Redondo.

    Sin embargo, a quien en conciencia hace todo lo que puede, no puede decírsele que deba hacer más, ¿no?

    Toma 5 talentos; dame 10 talentos. Si se pide es porque se puede, si no se puede es porque no se pide.

    Con lo que, ¿15 es mejor que 10? No sé... Depende.

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  3. El artículo de ayer, de antología, el trabalenguas, no sé, es difícil hacer máximas con el verbo 'deber'.

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  4. Gracias, Ángel. Es verdad que queda todo un poco lioso, ya lo temía yo. Y qué bien visto la incompatibilidad del "debe" con la máxima. Sólo quería mostrar el retruécano que me retuerce la conciencia (y la muñeca del reloj) tal y como han entendido JAGR y Miguel García Castaño. Éste da la clave: los talentos y la lectura tranquilizadora que deberíamos hacer de la parábola. Lo terrible es creerse que uno tiene diez cuando tiene un talento, y, hala, a negociar como un loco...

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