jueves, 8 de abril de 2010

Que siga la seguidilla

Ordenando viejos papeles, he encontrado esta nota del verano 2ooo, recién llegado del viaje de novios:

DIARIO DE UN POETA RECIÉN CASADO

Lo mejor de los viajes
son los regresos
(y mucho más ahora
que en todo empiezo).
¡Qué extraordinario
encontrarte, de pronto,
fregando platos!

[Machismo (¿hay que avisarlo?) no hay, sólo deslumbramiento. Y eso, con lavavajillas y una década más, sigue. Por algo es una seguidilla.]

9 comentarios:

  1. Ahora caigo que Juan Peña se me había adelantado:

    Toítas las noches sueño
    con que te llevo al altar,
    con que vengo del trabajo
    y te quito el delantal
    .

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  2. El haiku adosado le da un efecto bonito, como otra voz u otro registro, del mismo sujeto.

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  3. Si quiere quedar, hoy, moderno, resultón e igualitario, cambie el encontrarte por encontrarme y santas pascuas.

    Un saludo

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  4. Grandiosa idea, KK, para pensármela muy seriamente. Claro que en ese caso la sorpresa hubiese sido, sobre todo, de mi madre.

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  5. Este comentario le pierde, que no lo lea Bibiana...

    La verdad es que, con ese cambio, el deslumbramiento se apagaría un poco.

    Saludos

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  6. Hombre, tampoco me pierde tanto, ¿no? o sólo a mi larga y lánguida adolescencia: observe que mi mujer no se asombraría para nada (espero).

    Y efectivamente, KKK (kerido Kris Kelvin), el deslumbramiento es la clave y hay que mantenerlo a toda kosta.

    Abrazo agradecido.

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  7. Es magnífica la variación igualitaria del "encontrarme" en vez de "encontrarte", realmente magnífica. Con esa variante el cuarto verso de la seguidilla también admtiría "que en esto empiezo" por "que en todo empiezo"

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  8. pues a mí me parece perfecto lo de "encontrarte": en el noviazgo (cristiano, quiero decir), no se ve nunca a la novia fregando platos, y cuando te casas... pues descubres algo que te hace amar más, aunque ella también te descubra planchando, por ejemplo. Tiene hasta su punto erótico, hasta a mí que tengo un lirio en la mano me ha sonado de lo más sugestivo eso de "y te quito el delantal", sobre todo porque es tan revolucionario como para hacerlo después de ir al altar...

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  9. "Encontrarte" es ambiguo.

    La segunda persona también tiene un valor impersonal, que está muy acorde con el plural de "los viajes".

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