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“El humor como hermano menor” es un gran artículo, donde se asevera: “El humor es el hermanito pequeño de la seriedad. Son algo así como Epi y Blas, pero en formato cósmico. Y entre los hermanos hay una tensión constante. La seriedad mira al humor con la altivez que brinda la mayoría de edad y, por este motivo, el humor se siente acomplejado y desea en lo más profundo de su alma ser tan juicioso como lo es la seriedad, cosa que, por fortuna, no puede conseguir. […] Opino que tanto la gravedad como el humor son igual de valiosos y, por ello, espero con ansia el momento en que la seriedad comience a envidiar al humor a modo de revancha”. Pruebas de humor a lo largo de Lecturas no obligatorias no faltan.
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Lecturas no obligatorias refleja el mundo entero de Wislawa Szymborska. Hay un incontestable argumento a favor de los temas menores (“Claro que tengo mayores preocupaciones, pero eso no es motivo para que no tenga otras más modestas”), cierto orgullo mal disimulado y bien justificado (“… y una gracia que ni siquiera le es concedida a todos los poetas”), una insistencia muy suya en la perplejidad (“Aunque continúe sin saber nada realmente fundamental tras su lectura, ese nada ha perdido todo su sentido primitivo y ha adquirido una profundidad socrática”), un optimismo de dimensiones chestertonianas (“‘El mundo ordinario’ no existe para mí. Cuánto más sabemos de él, tanto más enigmático se torna, y la vida que en él existe se nos revela como una extraordinaria anomalía cósmica. Un árbol que crece y el murmullo de sus hojas: con eso tengo más que suficiente”), una minuciosa atención a las paradojas de la realidad (“Ya se sabe: para curarse hace falta tener la salud de un toro”) y un muestrario casi completo de los temas que protagonizan sus poemas: la vida cotidiana, las víctimas del terrorismo, Ella Fitzgerald, los animales…
jueves, 13 de mayo de 2010
Lecturas no obligatorias
Dos fragmentos de particular interés general de la reseña que publico en Clarín sobre Lecturas no obligatorias (Alfabia. Barcelona, 2009), de Wislawa Szymborska:
Gracias por la pista del libro, Enrique.
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