La salus, con el halo de autoridad que le otorga haber cuidado a cientos y cientos de bebés, después de una semana de continua observación, dictamina con un aire por fin sinceramente admirativo: "Lo mejor de esta niña..." --y yo contengo el aliento como si estuviese en la ceremonia de entrega de los Oscar-- "lo mejor de esta niña es... cómo eructa".
Lo bueno (además de que no se me va a atorar) es que a partir de ahora todos los piropos que reciba en su vida irán a más, espero.
eso es que -sospecho- todavía no has tenido una noche de gases...
ResponderEliminarDel cólico del lactante líbrame Señor, que de las aguas bravas me libro yo...
ResponderEliminarNo te quejes del piropo Enrique...
La semi.
Pero si es un piropazo! Echar el aire y quedarse sólo con lo que alimenta es importantísimo. Carmencita promete.
ResponderEliminar¿Eructa o eruta? ¿Qué dijo realmente?
ResponderEliminarBien oído, Fernando: dijo "eruta", y yo le puse la "c". ¿Hice mal?
ResponderEliminarCarmencita promete, CB, y tú cumples. Qué bonito lo del Sonntagskind y este comentario de ahora. Gracias.
Me habéis convencido, semi y Navascués: no me quejaré. Es un piropo de ensueño.
Jaaaaaaaajajaja
ResponderEliminarHemos llorado de risa en el Museo con ese primer piropo, tan... expresivo. jgm
ResponderEliminar"Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos ni de erutar delante de nadie.
ResponderEliminar-Eso de erutar no entiendo -dijo Sancho.
Y don Quijote le dijo:
-Erutar, Sancho, quiere decir 'regoldar', y éste es uno de los más torpes vocablos que tiene la lengua castellana, aunque es muy significativo; y así, la gente curiosa se ha acogido al latín, y al regoldar dice erutar, y a los regüeldos, erutaciones, y cuando algunos no entienden estos términos, importa poco, que el uso los irá introduciendo con el tiempo, que con facilidad se entiendan; y esto es enriquecer la lengua, sobre quien tiene poder el vulgo y el uso.
-En verdad, señor -dijo Sancho-, que uno de los consejos y avisos que pienso llevar en la memoria ha de ser el de no regoldar, porque lo suelo hacer muy a menudo.
-Erutar, Sancho, que no regoldar -dijo don Quijote.
-Erutar diré de aquí adelante -respondió Sancho-, y a fe que no se me olvide.
Enhorabuena Quique, me alegré muchísimo con la noticia del nacimiento de Carmen. Y bueno ya que está esta otra vida del blog, no quise dejar de felicitaros por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo
Se te ha ido la mano... Porque me he tentado tanto que estuve a punto de tener que dar explicaciones en donde no puedo.
ResponderEliminarEnhorabuena por el nacimiento de tu hija, Enrique. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Desternillante!
ResponderEliminarPues -te lo dice la voz de la experiencia- no sabes lo importante que es quedarse a gusto después de la toma, y expulsar bien el eructo. Mi hija estuvo cinco meses con cólicos, y sin dejarnos dormir, y eso marca. En definitiva, que tu niña hace lo que tiene que hacer, y a fe si promete... Enhorabuena (no sé si recibiste el mail que te puse, tengo dudas). Un abrazo muy fuerte.
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