Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
jueves, 25 de noviembre de 2010
El microcuento más mío
Al fin no se hizo el concurso propuesto, pero el microcuento que yo hubiese pasado como mío es éste:
Alfileres, navajas, gafas, tijeras, llaveros, carteras, móviles, paraguas y amigos de toda la vida; cada vez pierdo cosas más grandes; un día de estos voy a perder el mundo entero.
Me habría encantado conocerte, Juan, para darte las gracias en persona. Sólo pude estar en la sesión inaugural. Pero la próxima vez, que no se nos escape la ocasión. Gracias por todo lo que haces.
Tampoco soy mucho de microcuentos, Alfredo, y también me encanta. Gracias por la compañía.
Perdona por el lío, KKK. No es Benedetti, qué más quisiera... él. El microcuento es de Logan Pearsall Smith. Me admira lo que se acercó Carmen, que tiene el olfato de lectora más fino que conozco, porque JLGM admira mucho a LPS, porque el traductor del libro es el asturiano Héctor Blanco Uría (y algo del dejo de la zona debe de haber oído Carmen) y la editorial es Trabe.
Te vi en las jornadas sobre Gaya saludar a Isabel Verdejo, la mujer de Gaya.
ResponderEliminarBuenísimo el microcuento.
Juan Ballester
Me encanta. Y no soy muy de microcuentos.
ResponderEliminarMe habría encantado conocerte, Juan, para darte las gracias en persona. Sólo pude estar en la sesión inaugural. Pero la próxima vez, que no se nos escape la ocasión. Gracias por todo lo que haces.
ResponderEliminarTampoco soy mucho de microcuentos, Alfredo, y también me encanta. Gracias por la compañía.
El microcuento es muy bueno pero me recuerda más a J.L. García Martín que a ti, no me preguntes por qué, que no lo sé.
ResponderEliminarBien visto, Carmen. Templado, templado, casi caliente. Te acercas algo al verdadero autor.
ResponderEliminar¡1r premio!
ResponderEliminar¡Que bueno, D. Enrique!
ResponderEliminarAy!
ResponderEliminarEntonces, ¿el cuento es de Benedetti?
ResponderEliminar¡Vaya lío!
Un saludo
Perdona por el lío, KKK. No es Benedetti, qué más quisiera... él. El microcuento es de Logan Pearsall Smith. Me admira lo que se acercó Carmen, que tiene el olfato de lectora más fino que conozco, porque JLGM admira mucho a LPS, porque el traductor del libro es el asturiano Héctor Blanco Uría (y algo del dejo de la zona debe de haber oído Carmen) y la editorial es Trabe.
ResponderEliminarjajaja. Me gusta.
ResponderEliminarYo también pierdo todo. Pero no creo que pierda al mundo, creo que perderé la noción de lo perdido.
Un abrazo!!