Como toda ciudad medieval, Siena fue la cuna de muchos santos, y ninguna ciudad medieval posee una colección de tan rica de personajes aureoleados. Un erudito de la hagiografía da la cifra astronómica de quinientos nombres. De Siena también han salido nueve papas. Pero como el escudo blanquinegro simbolizaba pasiones contradictorias, también fue una ciudad de derrochadores, de la juventud dorada y de las mujeres contra quienes los predicadores lanzaban sus truenos. El más convincente era san Bernardo, y las mujeres, conmovidas por su elocuencia, prendían grandes hogueras en las que quemaban sus zapatos de tacón, los perfumes y los espejos. Las laude místicas acercaban al cielo, pero también resonaban canciones blasfemas, y Siena tenía su poeta del placer, Folgore da San Gimignano. Los limosneros recorrían la ciudad con sotanas harapientas, y un solo grupo de malgastadores podía dilapidar la vertiginosa suma de doscientos mil florines en una fiesta e irse a cazar. "Gente vana", sisea Dante.El libro me ha convertido definitivamente a la literatura de viajes, y quizá también a los viajes, si son a Italia. Esa imagen de las hogueras avivadas con perfumes, reflejadas en los espejos, es espectacular. Y ese nombre de poeta del placer, Folgore, ya vale por un poema... Pero lo que se me ha metido en la cabeza como el clarín de una trompeta es la frase inicial: "Como toda ciudad medieval, fue la cuna de muchos santos..." ¿Por qué no puede decirse eso de ninguna ciudad contemporánea, eh?
jueves, 11 de noviembre de 2010
Pedazo de párrafo
[El párrafo está entero, y tanto, pero es precioso y por eso,el peculiar superlativo de "pedazo", que debe de tener un origen remotamente platónico: "Es un pedazo del arquetipo del Párrafo, de la idea pura". Supongo yo, que no le encuentro otra explicación.] Lo escribe Zbigniew Herbert en Un bárbaro en el jardín:
A lo mejor es que ahora nuestras ciudades son semilleros de santos escondidos. Es ironía y no lo es.
ResponderEliminar"Es ironía y no lo es", o sea, doble ironía, o ironía de ida y vuelta. Y sí que a lo mejor es como apuntas, sobre todo después de leer "Conversos", tu espléndida entrada del otro día, buenísima en todos los sentidos.
ResponderEliminarHay muchas ciudades que, por desgracia, han sido cuna de innumerables mártires el siglo pasado.. De esa especie de mártires cristianos del siglo XX (y no cristianos): los que lo fueron sin quererlo, sin haberlo pretendido, sin haber ido "cantando con alegría". Los millones de Ana Franks y padres Kolbe, y Florenskys del siglo XX. Muchos, muchísimos.
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