De la superna corte curïal
e sacro socio de la jerarquía,
que de la diva morada eternal
fuste enviado por custodia mía,
gracias te fago, mi Guarda especial,
ca me guardaste fasta en este día
de las insidias del universal
nuestro adversario, e fuste mi guía.
E así te ruego, Ángel, hayas cura
del curso de mi vida e breviedad,
e con diligencïa te apresura,
ca mucho es débil mi fragilidad;
honesta vida e muerte me procura,
e al fin con los justos santidad.
lunes, 3 de enero de 2011
Ca mucho es débil mi fragilidad
Iba buscando de nuevo ese soneto al itálico modo del Marqués de Santilllana dedicado a España donde la llama "triste hemisferio". Pero en el camino me llevé la alegría de encontrarme con este otro "Al Ángel Guardador":
Qué gran denominación "sacro socio de la jerarquía". Lo de los ángeles de la guarda en estos tiempos es heroico, habida cuenta de la calaña del custodiado moderno, que nunca se avendrá a reconocer su fragilidad.
ResponderEliminarPues yo me quedo con lo de "fuste enviado por custodia mía"
ResponderEliminarMe encanta pensar que tengo un guardaespaldas especialmente "contratado" para mi¡¡