Ésta es la nevera de la casa del amigo que amablemente nos había invitado a cenar el viernes. No hay truco ni cartón (de huevos). La entrada del piso daba a la cocina, justo frente a la nevera, y no pude resistir la tentación fotográfica (no había otras). Lo bueno es que era un piso de soltero con todas las de la ley y la cena se la había traído de casa de su madre. Uf. Um.
es lo más perecido a la nevera que dibujó y pintó Antonio López... ese pintor imperrealista. J
ResponderEliminarNo sé qué me altera más, si la botella de leche que jamás ha sido abierta, las tres botellas de agua o las cinco latas monodosis de atún en escabeche.
ResponderEliminarEl dueño de esa nevera necesita encontrar una buena chica, a ser posible con talento para la cocina, pero que ya mismo.
Lo del talento para la cocina permitiría que descansaran un poco en casa de su madre, que seguro que se lo merecen.
ResponderEliminarHe visto neveras de pisos de estudiantes mil veces más llenas que esa... ¡Ni siquiera las míticas latas de cerveza! No hay salvación posible...
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