Es una de las pocas fotos en las que el magister laetus está riendo abiertamente. En otras, deja ver, a lo sumo, una sonrisa. Lo que significa que la alegría honda no está necesariamente ligada a la risa o no aflora con facilidad al arco de los dientes. De alguna manera tenemos que defendernos, los serios y casi taciturnos. Un saludo D. Enrique.
Es cierto Ridao, Chesterton fashion, con la manía que le tenía a las modas el hombre.
En teoría estoy completamente de acuerdo con FM Muñoz, al que agradezco muchísimo su comentario en el periódico, que yo me tomé la libertad de copiar y pegar y traer aquí, pues hablaba de la foto del blog. La alegría va por dentro.
Pero en la práctica es bien posible de que Gilberto no sonriera por los motivos que aduce AFD, y que conozco tan bien,,,
Y por si fuera poco se ha puesto de moda leer a Chesterton, cuando hasta hace poco por aquí no lo conocía casi nadie. Un abrazo.
ResponderEliminarEs una de las pocas fotos en las que el magister laetus está riendo abiertamente. En otras, deja ver, a lo sumo, una sonrisa. Lo que significa que la alegría honda no está necesariamente ligada a la risa o no aflora con facilidad al arco de los dientes. De alguna manera tenemos que defendernos, los serios y casi taciturnos. Un saludo D. Enrique.
ResponderEliminarO lo mejor no reía mucho a cámara, para no enseñar los dientes. En ese entonces, aún no estaba de moda...
ResponderEliminarEs cierto Ridao, Chesterton fashion, con la manía que le tenía a las modas el hombre.
ResponderEliminarEn teoría estoy completamente de acuerdo con FM Muñoz, al que agradezco muchísimo su comentario en el periódico, que yo me tomé la libertad de copiar y pegar y traer aquí, pues hablaba de la foto del blog. La alegría va por dentro.
Pero en la práctica es bien posible de que Gilberto no sonriera por los motivos que aduce AFD, y que conozco tan bien,,,
Un abrazo sonriente a todos,
E.