¿La llamada ampliación de los derechos sociales y los recortes de las libertades individuales son dos caras de la misma moneda o es simple casualidad que ZP esté dedicado a ambos? Esa es la cuestión de calado. Y no contesto a ella --se me ha escapado-- en
el artículo.
Me parece que exageramos con eso de pérdida de libertades. Seré caricaturesco: ¿También es pérdida de libertad que me prohíban matar, robar, escupir en la cara...? Hasta no hace mucho se podía fumar en las habitaciones de los hospitales, y hasta hace nada en los pasillos. Ahora las restricciones a la libertad de fumar en hospitales lo vemos como una conquista y un avance.
ResponderEliminarCreo que utilizamos lo de pérdida de libertades demagógicamente. Lo que ocurre es que gobernar un país exige legislar, y legislar exige poner límites, y poner límites exige parar los pies a determinadas libertades, afortunadamente.
En fin, la palabra libertad, siempre disponible para que hagamos con ella jueguecitos malabares.
Oportuno comentario que me permite hacer aclaraciones, pues a lo que parece (aquí y allí) no me he explicado bien. Lo último que pretendo es hacer demagogía ni malabares. Permítame hacer un esquema de mi artículo, que pretende:
ResponderEliminara) Asombrarme de los que ilegalicen tanto sean precisamente aquellos, los de entonces (mayo'68).
b) Dejar caer que a mí personalmente me parecen mucho más graves otras medidas adoptadas por el Gobierno (en el área de la ideología de género, entre otras)
y c) Constatar que, sin embargo, y porque afecta a la vida cotidiana de mucha gente, el precio electoral de esa tendencia prohibicionista va a ser rápido y alto.
Por otra parte, su ejemplo no es caricaturesco, ni mucho menos. Curiosamente el Gobierno ha convertido en derecho el matar (fetos, por ahora, que ya veremos lo de la eutanasia) y eso a mí, como muy bien sugiere usted, no me parece ninguna ganancia de libertad.
Soy el anónimo de antes:
ResponderEliminarNo iba contra usted el juego de malabares. Su artículo está bien explicado, pues adopta usted la perspectiva del 68, y es desde ahí desde donde aprieta las tuercas. No, no iba contra usted ni contra su inteligente artículo. Pero su artículo me recordó la actitud de muchos que apelan a la libertad para poder cometer todo tipo de desafueros.
Muchas gracias y perdone mi mala interpretación.
ResponderEliminarHay libertades que son prohibiciones:la de divorciarse prohibe el matrimonio (casarse, compenetrarse, exige toda una vida, por lo menos) la de abortar prohibe nacer...)Me parece que la aportación suprema de nuestro gobierno al ordenamiento jurídico es haber instaurado en muchos campos el derecho a la irresponsbilidad.
ResponderEliminarEl artículo, excelente.
Punto y coma.
Es posible que haya ese efecto, Enrique. Pero a menudo pasa con los derechos fundamentales, que no son absolutos y unos limitan a otros. La cuestión es buscar el equilibrio,entre la libertad y la seguridad, la libertad de expresión y el derecho al honor, etc. Personalmente, creo positivo que se avance en el reconocimiento de los derechos sociales, culturales y económicos.
ResponderEliminarTe agradezco mucho el comentario, Vicente, pues me permite estar de acuerdo contigo y precisar algo que puedo haber explicado mal. No estoy en contra, ni mucho menos, de los derechos sociales y económicos, sino de la "ingeniería social", que nos presenta como "nuevos" derechos sociales lo que son herramientas para forzar un nuevo modelo social. Abrazo.
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