Madrugo para seguir con el papeleo de la baja por maternidad de Leonor. Me cruzo con un viejo amigo del colegio, Miguel Ángel Benjumeda, que también aprovecha la fresca para llevar papeles a otra oficina. Le comento que el otro día conocí a su hija y que es muy guapa. Sonríe y me responde con pleno convencimiento: "De tal palo tal astilla". Recuerdo (aunque creo que entonces no me di cuenta) el aura de felicidad y de facilidad que siempre le rodeaba, su elasticidad deportiva, su capacidad de ir sacando los cursos sin despeinarse, su completa impermeabilidad para los agobios y los complejos, y siento de un golpe la gracia y la veracidad de su frase, y por tanto (véase Santa Teresa) su humildad chispeante, y me contagio de lo que tiene de pura alegría. Y me voy pensando en qué puñetas voy a decir yo cuando me digan, que ya me lo dicen, que Carmen es muy guapa, o Enrique.
Puedes decir, con Wordsworth:
ResponderEliminarThe child is father of the man
Puedes decir lo mismo: Leonor también es palo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Dal. Lo pensé, naturalmente. Pero no tiene tanta gracia, por previsible y evidente, para empezar, y porque le falta ese toque de travesura y autoconfianza que subraya lo que dice tan bien. Trataré de convencer a Leonor para que lo diga ella, aunque me da que no tendré éxito.
ResponderEliminarHay una expresión muy socorrida en estos casos que a algunos sienta muy mal pero que en confianza tiene su aquel.
ResponderEliminarYo he dicho más de una vez aquello de "igual que el padre... quien quiera que sea".
:-)
Esa broma, o similar, se la oí a otro compañero de aquella clase. Se llamaba Jenaro y le pregunté cómo se llamaría su hijo y me contestó: "Cómo va ser, como su padre: Antonio". Hay que manejarlas con cuidado, pues, porque ya se sabe cómo acabó nuestro compañero.
ResponderEliminarQué bueno "escuchar" esta expresión: de buena mañana. Nunca la había leído ni escuchado aquí. Y cuando lo conocí, que fue en Francés (de bon matin), me sorprendía porque me decían que la traducción era "de buena mañana" y yo me decía: "¿quién dice asi?"
ResponderEliminarPues acá está, en lengua viva, en Internet, nada menos que Rayos y Truenos.
Pues me contagias tu alegría, JI. Porque la expresión es muy bonita y no podemos dejársela a los franceses y ya. Además, qué buenas las mañanas del verano, antes que el día se cueza vivo como una langosta.
ResponderEliminarFelicidades por Enrique a los dos. Un abrazo
ResponderEliminarLo que pasa es que "de buena mañana" (estoy seguro que ha sido el título de algún programa de tele matutino de la Campos o similar...) sufrió mucho cuando entrevistaron a un fulano detenido en un control de la Guardia Civil en la albufera.
ResponderEliminarDijo el "indignao" de aquel entonces: "Tres o cuatro pollitos [de cocaína] DE BUENA MAÑANA, que es como entran bien"
José Luis
Por esas caprichosas asociaciones, "de buena mañana" me ha recordado la ventura del Conde Arnaldos, la mañana de San Juan.
ResponderEliminarlas expresiones "de buen + sustantivo" (o infinitivo) son muy significativas: de buen año, de buen ver, de buen comer... Y de buen amor tiene resonancias arciprestales.
Jilguero
Supongo que lo que yo haría, si me elogiasen a los hijos que no tengo, sería decir algo así como "gracias; es mérito suyo, y/o de la madre". Y pensar (sólo pensarlo) que, si es verdad lo de que "de tal palo...", el palo (de escoba) que suscribe debe ser, después de todo y a pesar de tanto, mejor (o menos malo) de lo que creía.
ResponderEliminarDisculpa por el comentario tardío. Cuando alguien alaba a mis hijas, yo siempre digo que han salido a su madre, sobre todo si está delante, pero que el carácter es el de su padre. Todos contentos, menos mis hijas, que protestan por lo del carácter.
ResponderEliminarBB