Acción de gracias
Te doy gracias, Señor, por la sensualidad
que se lleva mis ojos cogidos de la mano
hasta los cuerpos lentos del líquido verano
o tras las minifaldas que cruzan la ciudad.
Inesperadamente la voluptuosidad
ha llegado y me llama. Viene a hacerme de hermano
pródigo con quien vuelvo de un país muy lejano
sin haberme marchado jamás de la heredad.
Su visita me azuza porque a mí, perezoso,
me toca recibirla y su pasión me echa
una mano de fuego para encender la vida,
me pone a amar el mundo, que es ancho y peligroso,
me dicta este soneto y se va —al fin deshecha
de tanto hacer— dejándome el alma estremecida.
De molestia nada. ¿Cómo que no es un poema? A mí al menos me ha encantado.
ResponderEliminarMuy sutil y elegante expresión...nunca lo hubiera imaginado así. jejeje.
ResponderEliminarMuy buen poema. Pero, si vamos a ponernos hipercríticos, veo un extraño en el penultimo verso: el sujeto de "me da" es gramaticalmente "vértigo", y no "sensualidad", que era lo esperable, porque es lo que va antes y después. Supongo que no has querido utilizar "produce" o similar por cuestión métrica. Sugiero "me descoloca", "me remueve", o algo así. Saludos. Y de papelera, nada.
ResponderEliminarGracias, Enrique, por la hipercrítica (bastante generosa, dicho sea entre paréntesis) y muy acertada. Ese hemistiquio cojeaba. Quizá ahora con otro de sus múltiples favores.
ResponderEliminarQuizá sea un poema para poetas (ACdR y EB) porque al menos el soneto está cuadrado, aunque no sea una poesía redonda, y nosotros somos muy sensibles (o sensuales) a esas cuestiones de la forma...
Lo que no me espera, ay, es una alumna apareciendo por aquí a estas alturas de curso, vaya. Espero no haber dado muy mal ejemplo.
Carlos dijo:
ResponderEliminarEn el segundo cuarteto hay algo que no sé si habría que corregir o estoy equivocado: "Precipidamente" y "aparece de pronto" remite a uma misma idea, y esa redundancia creo que no resulta expresiva sino meramente redundante. Quizás en lugar de Precipitadamente pudiera ponerse Inesperadamente, aportando así una nueva idea: sin esperarlo.
El poema creo que es mnuy bueno y no sé si ese quiebro anticlimático final, esa guasa, le viene mal o bien. Yo creo que el final debiera mantener la densidad y hondura precedente (es muy difícil hacer algo hondo de lo superficial, de la piel del mundo, de la sensualidad), y una vez conseguida esa hondura, no sé si convendría mantener un final más equilibrado, sin ese desplante final. O a lo mejor ese desplante le viene bien, no sé.
Vaya. A lo mejor entre todos lo salvamos un poco. Gracias, Carlos. Estoy de acuerdo en lo del segundo cuarteto: ponía "inesperadamente" en la primera redacción pero me pudo la pomposidad de las voluptuosas pes. Si solucionara la redundancia que dices no lo dudaba un segundo, pero creo que ahí sigue, molestísima y que debo encontrar otra solución más expresiva. El final anticlimático, en cambio, lo veo más necesario porque es eso: "y fuese y no hubo nada", como decía el maestro, aunque vuelves a tener razón en que es quizá un descenso un tanto abrupto.
ResponderEliminarVoy a ser redundante de nuevo, pero la ocasión lo merece: muchas gracias.
Sí, sí, "inesperadamente" es bastante mejor. Gracias, Carlos.
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