Comenta Mora-Fandos que para él el año comienza en septiembre, mientras que lo del 1 de enero le
parece puro trámite. Se nota que es o fue profesor, aunque esa sensación,
después de las vacaciones de verano, las tenemos todos con mayor o
menor intensidad. Yo –se me nota la docencia también– veo como
él que el cambio fuerte es cada septiembre, en efecto, pero no minusvaloraría
el fin de año oficial. Juegan juntos a crear los ritmos de los años,
como en un poema el ritmo del verso y el de la frase, distintos y
entrecruzados gracias a los encabalgamientos. Otros ritmos de la vida
que encuentran correspondencias con los del poema son los ritos (el
puente de la Inmaculada, la Navidad, el Miércoles de Ceniza, la salida
procesional de todos los años, Pentecostés, la operación salida, etc.) que harían las
veces de rima. Y los aniversarios íntimos serían rimas internas. Los
cumpleaños funcionan de un modo parecido a la cesura y ya sabemos
que “sin cesura ni censura/ hay buena literatura”. Todos los
hitos, todos, sirven para darle ritmo a este poema que es la vida,
ninguno está de más, que la rutina es resistente y las arritmias vienen solas.
Carlos dijo:
ResponderEliminarQué bien visto eso de la rima y los ritos del tiempo, del tempo: la necesidad de la armonía, de la repetición, de la costumbre, del eterno retorno, así en la vida como en el poema. Tan revelador y desvelador eso que dices.
Muchas gracias y¡muy bueno! Totalmente de acuerdo, qué buena alegoría con los accidentes del verso. Sí, todos los cambios y ritos son necesarios; la variedad es condición de belleza.
ResponderEliminarNo es por ganas de talibanear y corregir, más bien se trata de una duda que me asalta.
ResponderEliminarEn lugar de una alegoría, el original acercamiento de Enrique es una analogía, no?
Creo que Enrique me permitirá contestar aquí al Anónimo. Gracias por la objeción, siempre te ayuda a recordar que las cosas puedes no tenerlas tan claras como creías. He vuelto a mi querido manual de retórica escrito por Kurt Spang, donde define alegoría como una metáfora continuada. Esa era la idea que tenía yo. La analogía es el mecanismo de la metáfora. Por lo tanto, sí hay analogía, como dices, pero dentro del esquema de la alegoría. Gracias.
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