Ahora vemos como en un espejo: al revés. Y hay que hacer el pino para ver las cosas como Dios manda. Luego lo veremos todo como es. Será divertido verse al derecho sin hacer pino.
Siento llevarte teológicamente la contraria, pero en el Paraíso, transformándonos "en su misma imagen, de claridad en claridad" mirar a los demás será mirar a uno mismo.
Ni habrá que afeitarse todas las mañanas: otra ventaja que sumar a la lista...
ResponderEliminarUn abrazo
...salvo Dios.
ResponderEliminarAhora vemos como en un espejo: al revés. Y hay que hacer el pino para ver las cosas como Dios manda. Luego lo veremos todo como es. Será divertido verse al derecho sin hacer pino.
ResponderEliminarSiento llevarte teológicamente la contraria, pero en el Paraíso, transformándonos "en su misma imagen, de claridad en claridad" mirar a los demás será mirar a uno mismo.
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