Sin amor, sin honor y sin orgullo,
sin emoción y sin complicidad
la poesía no tiene sentido.
El deber del poeta es escribir
sobre la compasión, la fortaleza
y la debilidad, sobre el espíritu
de sacrificio (que redime el mundo),
la piedad, el coraje, el heroísmo.
[…]
¿En Faulkner? ¿Se consigue Clarín en versión electrónica?
ResponderEliminarQué buenos versos, Enrique: gracias por darlos a conocer.
ResponderEliminarMuy bueno lo de Tú, que ya ha descubierto el "J'est un autre" de Rimbaud.
L. A. de C. enumera unos valores que pertenecen a toda vida que tenga sentido. Es bueno que la poesía se ocupe de ellos; sin embargo no hay que negarle los de pura recreación o evasión.
ResponderEliminarEs infrecuente que, en un ejercicio de introspección, un poema verse sobre poesía, pero tanto éste como el que termina reconociendo que “poesía eres tú” me parecen excelentes.
Jilguero
Es raro, pero así se titula el poema: "Inspirado en Faulkner". Y me temo que no hay e-Clarín.
ResponderEliminarNo me extrañan que te gusten, Balaverde. Buen gusto tuyo aparte, defienden una poesía que es la tuya.
Y la pura recreación, Jilguero, requiere a veces muchísimo coraje, así que también está recogida en esos versos metapoéticos de LAC.
Tres abrazos.
El deber del poeta así presentado por L.A. de C. es también el del hombre. Retruquemos:
ResponderEliminarSin amor, sin honor y sin orgullo, / sin emoción y sin complicidad / la vida no tiene sentido. / El deber del hombre es vivir / la compasión, la fortaleza /y la debilidad, el espíritu /de sacrificio (que redime el mundo),/la piedad, el coraje, el heroísmo.
Programa de vida, programa de poesía.
Ay, se me olvidó decir que aplicados a la vida tienen aún más fuste (y ya es decir) estos versos. Gracias, Suso, ahora ya no puedo releerlos sin recordar tu retoque maestro.
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