jueves, 5 de julio de 2012

Nomen omen

Llamándose Rayos y truenos es natural que, acabada la primavera, y aquí, que las tormentas  de verano brillan por su ausencia, se cierre este blogg, y se abra la temporada de piscina con sus saltos de trampolínk. Ha pasado otros años, casi todos, pero cada cual con su peculiaridad: esta vez no lo tenía planeado, se me ha impuesto (RyT cada vez trampolineaba más) y no lo dejo por ningún proyecto en concreto. Me vencen las ganas de leer, leer, leer en (relativo) silencio.

Nos vemos —D. m.— el 3 de septiembre. 

9 comentarios:

  1. ohhhhhhhhhhhhhhh :O(
    Snif snif

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  2. Que lo disfrutes.
    Felices vacaciones en (relativo) silencio.
    Ya nos contarás.

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  3. Felices vacaciones!
    Además de ese libro que se le ocurre, estaría bien otro "Pábilo vacilante" con mucho de Carmen y de Enrique (a modo de leñador) que yo (por lo menos) me he quedado con las ganas...

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  4. Muchas gracias a todos. Y muchísimas a Uuq por esas ganas que le han quedado y que me da en forma de ánimos.

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  5. Oooooh pero que de verdad vuelvas.

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  6. Mi querido Enrique:

    ¡Cómo te voy a echar de menos! Te mereces descansar y "desconectar" lo que puedas con la familia.

    Pasa un buen verano y que Dios os bendiga.

    Un abrazo fuerte.

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  7. pero que vacaciones se puede llegar a decir pues nada hoy llegue a este rincon gracias a la revista mision ahi encontre su direccion y espero quedarme y empaparme de sus rayos y truenos saludos

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  8. Los únicos rayos que brillan -y los únicos truenos que suenan- por aquí son los fuegos -artificiales, claro- de las fiestas de septiembre.
    Muchísimos, oiga.

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