Con frecuencia tengo que dar estas bochornosas y pedigüeñas explicaciones, ayer, no más, dos veces. Para ahorrarme explicaciones (así, si no gano, al menos ahorro algo), las copio aquí, y a partir de ahora, haré un tímido, veloz y discreto enlace. Esto tengo que decir:
El único inconveniente es el pago. Y siento ser tan directo y tan ordinario. Me excuso brevemente: 1) Sólo me invitan a colaborar o a conferenciar en sitios de pensamiento muy afín o amigos. Ya me gustaría a mí, Robin Hood ideológico o sentimental, cobrar a los contrarios y repartir y regalar a los propios, pero sólo me llamáis los propios. 2) Traiciono de manera flagrante a los que sí me pagan si hago gratis trabajos similares. 3) Y traicionaría a los lectores o al público y a mí mismo si los hago peor donde no me pagan. 4) Tengo mucho lío en mi trabajo-trabajo, y una manera natural de seleccionar proyectos sin tener que hacer yo odiosas comparaciones es pedir algo a cambio, y descartar a quien no lo dé, sin acritud, entendiéndolo perfectamente. 5) Estos trabajos generan una serie de gastos, ya sea adicionales de desplazamiento (comidas, cafés, aparcamientos, taxis, teléfono…), o de libros de consulta o de simple material de oficina, que al final suman lo suyo. Todas estas amabilísimas invitaciones no son sólo 6) tiempo que quito a mis lecturas y escrituras de creación, sino 7) también a mi familia. Una manera de compensarla es contribuir ligeramente a la economía doméstica.
Perdón.
Perdón.
Más razón que un santo.
ResponderEliminarNo tienes que pedir perdón: tus argumentos son de lógica, y además no está el tiempo como para la gratuidad...
ResponderEliminarSe suelen valorar más las cosas que el trabajo: Si uno quiere unos zapatos, los compra, por muy amigo que sea del dueño de la zapatería; si se acude a la consulta de un abogado amigo, pongo por caso, esa misma persona puede esperar que no le cobre.
ResponderEliminarJilguero.
Dí que sí.
ResponderEliminarEspero que te salgan muchas cosas "de pago", que está la vida mu achuchá.
Además ya regalas demasiado a tus seguidores. Este blog, sin ir más lejos...
Digo exactamente lo mismo que Ignacio Trujillo.
ResponderEliminarQue vengan y lean. Te pasas de generoso.
Pues en Diario de Cádiz no cobras, así que no baciles
ResponderEliminarPues en Diario de Cádiz no cobras, como nadie de los colaboradores
ResponderEliminarEsto era tdo lo contrario de un vacile: una impúdica petición de consuelo y empatía. Pero gracias a los dos últimks comentarios podré vacilar algo: Joly me paga y con una puntualidad exquisita. Me consta que no soy ni el único ni el nejor pagado, pero ya de eso no me quejo. gracias.
ResponderEliminarMi amable hermano Pablo acaba de publicar esto en Facebook:
ResponderEliminar"La tercera vez esta semana que me piden fotos (GRATIS por supuesto) para publicaciones, publicaciones que por supuesto no son gratuitas. La gente tiene un morro que se lo pisa y lo malo es que esto se está convirtiendo en una epidemia"
Se ve que la epidemia ha llegado a Cádiz.