jueves, 31 de enero de 2013
Feliz Navidad
Las pasadas navidades olvidé mi llavero en casa de mi suegra, en Madrid. Pensando que ella vendría pronto o nosotros iríamos, le dije que no se preocupara de enviarlo. He ido tirando de llaves de repuesto sin demasiados problemas. Sin embargo, la llave del buzón se quedó en la capital y yo metía la mano con esfuerzo y, tras varias contorsiones, pescaba algunas cartas, pero sólo las más voluminosas. En recogiendo los libros, estaba tranquilo y no me importaba que se amontonasen en el fondo las cartas de los bancos. No esperaba buenas noticias del sector. Pero ayer vi al buzón congestionado y me lancé a la aventura de rebuscar la otra llave. La encontré enseguida, sorprendentemente. Y fue abrir el buzón y encontrarme de sopetón con un buen puñado de felicitaciones navideñas. Ha pasado poco más de un mes, y pocas veces me ha mordido la nostalgia, muy pocas, como abriendo esos christmas.
Gracias, Enrique. Me has dado una buena razón para no dejarme vencer por el "total, ya no llegan a tiempo" en la próxima campaña postal. Un abrazo.
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