Dos de dos
Ha querido una curiosa casualidad que salgan casi a la vez dos artículos conyugales que escribí con más de dos meses de diferencia. Estoy contento porque espero que se compensen. En el de Nuestro tiempo peco de hybris y trato de comprimir en una columna toda una estrategia global para la defensa del matrimonio. En cambio, en el de Suma Cultural quizá peco de puntillismo, de elevar una anécdota (hermosa, eso sí) a categoría. Vaya lo uno por lo otro.
Monumentales, Enrique, los dos artículos. Muchas gracias. Déjame añadir una anécdota del escritor británico (y católico) Paul Johnson que, en una entrevista, cuando le preguntaron, haciendo referencia a su matrimonio, por el secreto de sus cuarenta años junto a su mujer, dijo que el secreto era no tener memoria. El truco está en los matices, claro. Y en hacer para no tener memoria. BB
ResponderEliminarCoincido en que retrotraerse al noviazgo debe ser una cosa pesadillesca como programa general. Ens ha costat Deu i ajuda arribar fins aqui, dice una canción de Manel, como para volver atrás.
ResponderEliminarPero hay algo valioso en acordarse "de la alianza pactada con ella en los días de su juventud" (Ezequiel 60) y en que ella responda, igualmente, "como en los días de su juventud" (Oseas 2).
Qué maravilla. Hasta hoy no los había leído, ninguno de los dos. Qué buena suma.
ResponderEliminarPffff! Enrique... te estás doctorando!!! Ignoro si eres Doctor. Ya tú me entiendes.
ResponderEliminarENHORABUENA. Por los dos artículos, of course. Pero, especialmente, enhorabuena por lo que en ellos "no se dice" pero "se cuenta".
Saludos cariñosos desde la meseta!