Cioran pasa por ser un pesimista profesional, pero la verdad, para eso ya tenemos a Schopenhauer, que además escribía mucho mejor. Esos llamémosle aforismos de Cioran a mí, la verdad, no me dicen nada. Claro que el problema puede estar en mí. No lo niego, no lo discuto, mais c´ est mon opinion. Et, en fin, qu´ est-ce que je peux le faire?
Por lo demás, lo de considerarle un Kierkegaard balcánico tiene su gracia. A mí muchas veces me parece que Pessoa es un kafka portugués. Supongo que será otra tontería.
Sobre el mal es abandono. Para la beata Teresa de Calcuta abandonarse es el mayor error; para santa Teresa de Lisieux es, no creo exagerar, camino de santidad. Y es que abandono puede ser sinónimo de dejadez o suponer un esfuerzo enorme para dejar que Dios actúe. Jilguero.
Leyendo tu estupendo y preciso comentario, Jilguero, se me ha venido a la mente una imagen vertiginosa de Dante. Hay un momento en el que están bajando (por el demonio) y entonces empiezan a subir. Han cruzado la raya de la gravedad, diríamos. Quizá pase así: el mal es el abandono mientras se está sometido a ciertos campos gravitatorios, cuando se está sometido al de Dios, dejarse llevar (a Él). No es difícil (un último reducto de cálculo) saber cuando se está en uno o en otro.
Qué fichaje ZdP. No se qué es más bobo: sus opiniones en sí o el hecho de que nos recuerde a cada paso que sólo son sus opiniones. Por cierto, muy reveladora la gracia esta de "es mi opinión, qué le voy a hacer". El determinismo del relativismo.
Qué fichaje BV. Metafísicamente incapaz de disentir sin insultar. Para qué, si además no resulta nada divertido. Es de los que piensan, o lo que sea que hagan, que cuanto más y más destempladamente grite uno, más razón tiene. Y para la amiga del "zumo", con la que a menudo disiento: no se preocupe. Lo de "ladran, luego cabalgamos" viene aquí como de molde.
Cioran pasa por ser un pesimista profesional, pero la verdad, para eso ya tenemos a Schopenhauer, que además escribía mucho mejor. Esos llamémosle aforismos de Cioran a mí, la verdad, no me dicen nada. Claro que el problema puede estar en mí. No lo niego, no lo discuto, mais c´ est mon opinion. Et, en fin, qu´ est-ce que je peux le faire?
ResponderEliminarPor lo demás, lo de considerarle un Kierkegaard balcánico tiene su gracia. A mí muchas veces me parece que Pessoa es un kafka portugués. Supongo que será otra tontería.
¿Otra tontería?
ResponderEliminarSobre el mal es abandono. Para la beata Teresa de Calcuta abandonarse es el mayor error; para santa Teresa de Lisieux es, no creo exagerar, camino de santidad. Y es que abandono puede ser sinónimo de dejadez o suponer un esfuerzo enorme para dejar que Dios actúe.
ResponderEliminarJilguero.
Leyendo tu estupendo y preciso comentario, Jilguero, se me ha venido a la mente una imagen vertiginosa de Dante. Hay un momento en el que están bajando (por el demonio) y entonces empiezan a subir. Han cruzado la raya de la gravedad, diríamos. Quizá pase así: el mal es el abandono mientras se está sometido a ciertos campos gravitatorios, cuando se está sometido al de Dios, dejarse llevar (a Él). No es difícil (un último reducto de cálculo) saber cuando se está en uno o en otro.
ResponderEliminarQué fichaje ZdP. No se qué es más bobo: sus opiniones en sí o el hecho de que nos recuerde a cada paso que sólo son sus opiniones.
ResponderEliminarPor cierto, muy reveladora la gracia esta de "es mi opinión, qué le voy a hacer". El determinismo del relativismo.
Qué fichaje BV. Metafísicamente incapaz de disentir sin insultar. Para qué, si además no resulta nada divertido. Es de los que piensan, o lo que sea que hagan, que cuanto más y más destempladamente grite uno, más razón tiene. Y para la amiga del "zumo", con la que a menudo disiento: no se preocupe. Lo de "ladran, luego cabalgamos" viene aquí como de molde.
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