Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
viernes, 5 de abril de 2013
Porcelanas e insomnio
Como esas porcelanas carísimas y horribles que te regalan y agradeces y no sabes dónde poner, así las horas —con lo que a mí me faltan— que me ha traído el insomnio, valiosas e inservibles.
Valiosas e inservibles: ¿cuál será el punto de vista del que regaló las porcelanas? Hummm. ¿Las verá horribles también? Si te quiere, no. Claro. Como siempre, se tratará de mirarlo con otros ojos, con sus ojos. ¿Extrapolable a esas horas desvelado? Quizá, pero eso ya te lo dejo a tí. BB.
pues no te digo a mí que estoy a estas horas escribiendo...
ResponderEliminarBueno, le han servido para escribir una entrada, algo es algo.
ResponderEliminarCon respecto a las porcelanas, yo creo que sí sabe dónde ponerlas; otra cosa es que no se atreva...
Hombre, claro que sabe donde ponerlas: en una entrada del blogg, sin ir más lejos.
ResponderEliminarTouché, y requetetouché, Kris Kelvin.
ResponderEliminarNo me atrevo con las porcelanas, así es.
Y sí, la noche fue asombrosamente feliz y fecunda: leí, escribí algunos aforismos, un haiku...
De manera que lo de las porcelanas éstas por donde empecé quizá no sea completamente exacto. En el blogg no han quedado mal.
Y qué buena compañía, J de N.
Valiosas e inservibles, ahora lo veo claro. Esos son los dos adjetivos que me rondan obsesivamente la cabeza durante las horas de insomnio. Un abrazo
ResponderEliminarValiosas e inservibles: ¿cuál será el punto de vista del que regaló las porcelanas? Hummm. ¿Las verá horribles también? Si te quiere, no. Claro. Como siempre, se tratará de mirarlo con otros ojos, con sus ojos. ¿Extrapolable a esas horas desvelado? Quizá, pero eso ya te lo dejo a tí. BB.
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