Lo más difícil
Lo más difícil de ser profesor (no lo más tedioso, que es el papeleo) es cuando un alumno viene y te reconoce que su suspenso es justo. Lo miras sin saber si estás soñando, pero se da un golpe en el pecho y ves que es realidad. Y añade, más o menos, mea culpa, y tengo que morderme la lengua y agarrarme la mano y apretar la mandíbula para no aprobarlo más o menos ipso facto. Por Sócrates, desde luego, pero también por uno mismo. Lo más importante del curso se lo ha aprendido bien. Lo demás es menos trascendental y, por supuesto, mucho más fácil.
Me encanta cuando en entradas así de contundentes pone: NO hay comentarios. Comno si todos asintiésemos, ipso facto también. Tienes razón, lo más importante lo aprendió, pero la letra pequeña de la lección es la que le ayudará en la vida, y en esa...
ResponderEliminarTu, nada, a suspender. Ay!
J
Lo demás, además, se olvida pronto; pero lo que ha aprendido su alumno no se olvida nunca.
ResponderEliminarEnhorabuena al alumno y por supuesto al profesor.
Cuánta razón, y solo los profesores lo sabemos.
ResponderEliminar¿Aún existen alumnos así?
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