El pasado por vivir
Media vida me he pasado citando a los griegos con lo de que nadie es feliz hasta el día de su muerte, y ahora caigo —mañana me levanto— en que en verdad nadie es feliz hasta el día de su resurrección.
A diferencia de la reencarnación, en la resurrección tenemos todo el pasado —también— por delante.
Hombre, la cita, hecha tal como aquí se pone, es una barbaridad. Ningún griego, supongo, habrá dicho una cosa semejante. Claro que se puede ser feliz antes de morirse; lo que no sabemos es si lo seremos después, caso de que haya un después en que serlo (o no serlo). La idea griega es otra: la de que de nadie puede decirse antes de que acabe que ha tenido una vida feliz. Porque todo puede torcerse incluso en el último momento.
ResponderEliminarSiempre me ha fascinado una entrada tuya, ya de hace algún tiempo, en la que hablabas de Prometeo y Epimeteo. Éste último, con su don (?) de predecir el pasado... Y la he usado algunas veces, al dar algunas presentaciones. Pero, creo que la referencia de Carlos Bousoño en tu artículo es un magnífico ejemplo de ese predecir el pasado. BB
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