Por la ventana abierta se cuela ahora mismo el canto ebrio de júbilo de un jilguero. Qué ejemplo. Son casi las nueve y media de la noche y él, que es un pájaro solar, muy del mediodía, no se rinde, no se rinde. Encima, se sube encima de la horrible antena de la televisión del vecino [es ese puntito en todo lo alto, no confundir con ninguna piña, por favor], poniéndose el mundo por montera.
Quizá porque yo, tras el puente, voy de caída, y porque acabo de escribir esto:
He repasado mi lista de propósitos y proyectos para el 2014 y veo que para el 2015 voy a ahorrarme el trabajo de hacer una nueva.
— Enrique G-Máiquez (@EGMaiquez) Mayo 4, 2014
lo escucho, de pronto —aunque llevaba un tiempo escuchándolo sin darme cuenta—, con entusiasmo, admirado o, mejor dicho, edificado.
José Jiménez Lozano cita a Olivier Messiaen en la entrada de su libro de poemas "Pájaros":
ResponderEliminarSi j'ai choisi pour maîtres les oiseaux, c'est que la vie est courte.
Oliver Messiaen.