miércoles, 23 de julio de 2014

Plancton


El PCPI no es el partido comunista de los pueblos ibéricos, como parece, sino esto. Sus alumnos despiertan la desazonada curiosidad de todos, profesores y otros alumnos, que los vemos por libre, haciendo pandillas, gritones y peleones. Uno de ellos muy bajito, muy redondeado y muy chulito llamó mi atención. Ejerce un inexplicable liderazgo entre tantos grandullones. Una especie de Humphry Bogart de barrio, pensé al principio, pero luego me fui fijando más y con esa pinta de malote, rapado y de mirar esquinado, terminé pescándole el verdadero parecido: Plancton. 


Una mañana le oí repetir y repetir un refrán a voz en grito, y comprendí la potencia de la rima.  ¡Qué poeta oculto!, pensé medio en broma. Me hubiese gustado traer aquel refrán al blogg, pero, cuando he querido, ya lo había olvidado. Otro día estaba, de nuevo, en la puerta del despacho del director, seguramente por otro parte de comportamiento, esperando quizá una expulsión. 

El orientador del centro se había parado a darle una charla pedagógica, ejerciendo de psicólogo: "No puedes seguir así, vas por mal camino, la vida te va a pasar por encima si continuas empeñado en cruzar a tu aire, etc". Lo sorprendente fue la respuesta que dio el pequeño alumno, angustiado, con las lágrimas saltadas: "Yo sólo necesito una mujer a mi lado". 

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