Profundidad de la piscina de los pequeños
Vigilo en la piscina de los pequeños. Desde mi hamaca en la sombra, intento adivinar qué futuro de ellos saldrá de esta tarde de juegos, risas, peleas y esquinas solitarias. No lo logro. Tampoco ellos lograrán atisbar, desde el futuro de cada uno, las hondas raíces que lleguen —llegarán— a estas tardes de juegos, risas, peleas y esquinas solitarias en la piscina de los pequeños.
Bueno, esto es un poema en gestación, yo diría que ya de unos cuatro meses.
ResponderEliminarMe gusta mucho. Creo que es uno de esos escritos que te hacen decir: Eso era, eso era... (lo que yo sabía, pero no sabía decir)
ResponderEliminarHombre, no hay que verlo todo "sub specie" poética. No caigamos en lo que de sí mismo contaba Julio Camba, el gran articulista, que viajando en cierta ocasión con otra persona, llegaron a un sitio desde el que se ofrecía una vista espléndida; y a su acompañante le llamó la atención que Camba no pareciera participar enteramente de su entusiasmo. Y se lo dijo. A lo que Camba respondió: bueno, es que usted está viendo un paisaje maravilloso; y yo lo que veo es un artículo. No hay que ser tan obsesivo, oiga; lo que sea ya saldrá, previa maduración dentro de uno. Y lo que no, no pasa nada: enriquecerá el humus de donde broten otros poemas.
ResponderEliminarAnónimo, "fueraparte" de ser un pesado o mejor dicho un "jartible", es usted un pedante. Abráse usted un blog...o, "más mejón" la cabeza.
ResponderEliminarMil gracias a mi tocayo por su amabilidad y buenos modales, que indudablemente le retratan; léase si no lo que yo decía y lo que él me contesta. Por sus desplantes los conoceréis, me temo. Gracias.
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