lunes, 3 de noviembre de 2014
Santoral literario
La propuesta de Ángel de rezar a Sancta Julia me parece tan justa como oportuna. Me apunto fervoroso, aunque yo le tenía más devoción a Sancta Cordelia. Y por qué no hacemos un santoral literario, se me ocurre, con un ataque repentino de ilusión. Me imagino un libro precioso, al estilo de la Casa de los santos de Carlos Pujol, que reúna devoción cristiana, cierto humor (por supuesto), mucha crítica literaria y toda la calidad de la propia prosa que buenamente se pueda. Se trataría de ir rastreando personajes cristianamente ejemplares de novelas y cuentos y buscarles un día en el calendario y escribir una reseña de su "vida y milagros", explicando la virtud o virtudes que nos animan a practicar, el patronazgo que se les encomienda y la perentoria necesidad de su intercesión. Juzgar sobre la santidad o no de nadie siempre es pretencioso, pero apoyándonos en el diferente plano ontológico creo que es un riesgo que aquí nos podemos permitir. Eugenio d'Ors soñó (creo que en El valle de Josafat) con un santoral laico, de grandes sabios y artistas y hombres de ciencia, que se propusieran como ejemplo. Me consta que empezó con ello y marcó algunas fechas en rojo. Hasta dónde sé, no lo acabó. Aunque la idea era buena y, por tanto, acabada. La nuestra no se queda atrás, pero a ver si somos capaces de rematarla. Ya tenemos dos santas, para empezar. Son hermanas, sí, como lo fueron Marta y María, Justa y Rufina, Nunilo y Alodia... Son del mismo autor, como hay santos de la misma orden. Son del mismo libro, como los hay del mismo convento... No nos lo pongamos más difícil de lo que es, eh. Yo, para empezar el trabajo, apunto a las dos Flyte (aunque hay que buscarles día), añado una etiqueta y os pido (cómo no) toda la asistencia posible.
Sí acabó ese santoral laico, por cierto, Comte.
ResponderEliminarAlonso Quijano, ¿no?
ResponderEliminarPor supuesto, pero habría que ver qué patronazgo se le daba. Yo creo que mejor que el de caballero propiamente dicho, aunque ya tiene sus letanías, le corresponde mejor el de patrón literario de la buena muerte, según la interpretación de Girard y, sobre todo, de Cesáreo Bandera.
ResponderEliminarEl de Comte será un rollo, ¿no?
ResponderEliminarEl nuestro será bien literario pero ortodoxo, "cristiano católico, y no de aquellos que andan mendigando la fe verdadera entre opiniones" o investigaciones, como diría Cervantes.
Yo pondría a tres de Galdós: el padre Nazarín (nada que ver con el de Buñuel, eh), los condes de Halma (un matrimonio santo que aparece en dos novelas: Nazarín y luego en Halma), y Benina, de Misericordia.
ResponderEliminarA santa Julia la podemos hacer "defensora del vínculo" y a santa Cordelia, de los que nos pasamos de católicos.
Qué grandioso libro habría sido ese, escrito por Carlos Pujol.
Yo propongo a Pegotty, la chacha de David Copperfield, como patrona de las chachas, tatas o mucamas.
ResponderEliminarPues, yo os propongo a Mío Cid. Además del tono general de su vida narrada, su mítico, "la oración fecha, luego cavalgaba" bien le pueden servir de aval para entrar en el santoral literario. BB
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Voy apuntando sugerencias. El Cid es perfecto, salvo el problema de que fue un personaje histórico. Esa frontera de la existencia habría que respetarla, y mira que yo soy devoto del de Vivar...
ResponderEliminarSanta Pegotty es estupenda. Podríamos hacer luego merchandising con estampitas y eso.
ResponderEliminarNo creas. Tiene su interés, aunque sea positivista. Al octavo mes, por cierto, lo llama "Dante". El día 1 del Dante son "Los Trovadores". Y el 28 del Dante "Milton".
ResponderEliminar¿Todavía nadie ha propuesto el San Manuel Bueno de Unamuno? Perdón por un ejemplo tan obvio. Antes había pensado en la Benina de Galdós, pero alguien ya se había anticipado. Iremos pensando más ejemplos. Enhorabuena por la iniciativa.
ResponderEliminarMe he acordado de mis dos santas favoritas últimas, las dos de Flannery O'Connor: la abuela de 'Un hombre bueno es difícil de encontrar' y Ruby, de 'Revelación'. Estoy por poner también a Hulga, de 'La buena gente del campo'.
ResponderEliminarEl cura de Ambricourt, de Bernanos; patrono de los que mueren solos.
ResponderEliminarNo quiero insistir, pero los personajes literarios ¿sólo pueden ser ficticios? Yo creo que hay personajes históricos que además son personajes literarios. El Cid, que te proponía, por ejemplo. Al igual que hay personajes históricos que no son personajes literarios (Zapatero). Pienso que un santoral literario que incluya personajes literarios, ficticios e históricos, puede ser más sugerente. BB
ResponderEliminarYo nominaría a Innocent Smith, Sam Gamyi, Samuel Pickwick y al mártir sin morir: Mr. Bennet.
ResponderEliminarSólo una pequeña corrección.Las mártires sevillanas son santa Justa y Rufina, patronas de Sevilla.
ResponderEliminarGracias. No anduve muy fino.
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