Ayer perdí varios seguidores de Twitter en mi campaña a favor del chochín como pájaro nacional inglés. Serían partidarios del mirlo. Vivo en vilo, sin saber el resultado. Mientras tanto, un gorrión en celo, que es un pájaro muy mío, ha venido a consolar mis horas de despacho. No es ni el ruiseñor ni la calandria, pero yo tampoco soy el prisionero. Váyase, pues, lo uno por lo otro.
Hay una emoción escondida, que me traigo aquí, debajo, donde sólo llegáis los íntimos. A mi madre la entrada de los gorriones a la que remite le gustó muchísimo.
ResponderEliminarPreciosa entrada, esta y la de los gorriones, y precioso recuerdo, el de tu madre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
El pájaro del twitter no es un chochín, por eso los perdiste
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