Interior e internet
Salgo de la fresca penumbra de misa de una del hermoso convento de las Concepcionistas y me doy de frente con dos sudorosos turistas en chanclas y pantalón corto. Estoy a punto de darles una limosna, y no por la pinta, Dios me libre, sino por el comentario. Le dice ella a él: "Este convento ya lo veremos por internet. Busquemos un bar con aire acondicionado y tomemos algo fresquito".
La de viajes que me ha ahorrado la pobre turista.
Hay quien confundiría vida interior con interiorismo.
ResponderEliminar