lunes, 10 de agosto de 2015

KK


Con tanto artículo tengo abandonada la crítica social en RyT, que es sus tiempos practiqué o perpetré. Pero hoy voy a sacar, como dice mi amigo Armando Pego, todo el Bloy que llevo dentro. Veo que todo el mundo aplaude el modo casual de la reina Letizia y su camiseta de Kafka. Un guiño, además, literario, de fomento de la lectura. Guay.



Pero a mi Bloy interior, que la reina de España, con lo que han sido las reinas de España, pose con una camiseta que se lee: Caca; caca; kafka; efe, efe, efe, efe [guiño periodístico]; y de nuevo; caca, caca, kafka; no me parece lo más propio. 

Se ha tirado al negro, dicen los que siguen la cuestión de ropa, y a Gregor Samsa. 

Claro que todo este comentario es bastante ridículo por mi parte, y siempre os podéis reír de mi diciendo que yo preferiría, puestos a echarse al monte de la literatura, que hubiese tirado por una camiseta de Santa Teresa:

Lo que sería verdad.

O ésta, que encima tiene corona:


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